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El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), dice que no habrá venganzas ni cobro de facturas contra la oposición o el frente legislativo conformado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC) por impedir su toma de protesta siete días, aunque afirma, en algún momento pensó en mejor quedarse como vicecoordinador.

En el marco del proceso electoral de 2018, asegura que las actitudes infantiles o de berrinches no pueden paralizar el trabajo legislativo, sobre todo cuando se corre el riesgo de ser un año inercial debido a la contienda electoral por la Presidencia.

En entrevista con El UNIVERSAL, el priísta agrega que del trabajo legislativo no se pueden hacer “causas personales”, pero en caso de que esto ocurra, advierte que lo denunciará sin importar el color del partido que esté actuando deliberadamente.

Añade que a México le urge que el Congreso logre un Presupuesto de Egresos para 2018 que dé certidumbre y estabilidad; en este último año legislativo, dice, también van por reformas en materia de seguridad que den certeza a los órganos que actúan en este rubro como la Marina, el Ejército y la Policía Federal.

Afirma que el procurador General de la República, Raúl Cervantes, es un profesional calificado, pero no avala el pase automático a fiscal general. El error del PRI, dice, fue que nadie dijo que no avalaba

Adelanta que buscará poner un espacio de comida económica en San Lázaro y pugnará por mejores salarios para el personal de limpieza. Mantiene su intención de ser candidato a la gubernatura de Yucatán.

“No somos los más acreditados”

¿Pensó en algún momento que no iba a tomar posesión?

—La verdad no, yo creo que el PAN había calculado hasta dónde podía meter presión y como nunca, el reclamo fue sobre la Mesa. Lo que pensé en algún momento fue si me interesaba, porque muchas veces estuve más en la tentación de estar en la vicecoordinación haciendo más claras mis percepciones y observaciones.

¿Qué piensa de la postura del presidente del PAN, Ricardo Anaya?

—Pienso que está en un papel difícil, como cualquier dirigente que quiere jugar los dos papeles, pero no es mi responsabilidad, tiene que juzgarlo el PAN y yo voy a ser muy estricto en eso. Los temas de los dirigentes partidistas fuera del salón del pleno, los temas de los candidatos a la Presidencia de la República fuera del salón, a menos que sean parte de un proceso legislativo de alguna ley, pero lo encuentro muy difícil, por decirlo en términos muy coloquiales. Como dice mi amigo el diputado Federico Döring (PAN): ‘La tribuna para la Legislatura y el chacalódromo para los partidos y las posiciones electorales’.

Algunos dicen que Ricardo Anaya “secuestró” la Cámara de Diputados, ¿usted coincide?

—Yo no sé si fue Ricardo Anaya, pero la estrategia que tomó el frente opositor fue, efectivamente, un “recojo los bates y las manoplas y no puede empezar el juego hasta que yo los dé”. Eso no lo puede negar nadie, ni ellos ni nosotros.

¿Qué evidenciaron?, que son la tercera parte, si en esa tercera parte no se puede empezar el juego, eso es lo que podían hacer. Nos quedamos viendo hasta cuánto podían hacer y qué bueno que decidieron que las señales que les habían mandado eran suficiente para ellos y se declararon ganadores.

Yo no creo que el PRI haya salido derrotado o que ellos ganaran, sino que hay una señal de que no habrá pase automático y por eso presentamos una copia de la iniciativa del Presidente [Enrique Peña Nieto].

¿Usted cree que el procurador Raúl Cervantes no debía ser el fiscal General de la República?

—Yo voy a dar mi opinión estrictamente personal, creo que Cervantes es un profesional muy bien calificado. Yo lo que pediría es: “Denme una muestra en la que Cervantes haya obrado con parcialidad”, pero esa es mi opinión sobre un funcionario y un colega, pero de ninguna manera estoy de acuerdo en que haya un pase automático, nadie en el PRI estaba de acuerdo, nuestro error fue que tampoco nadie del partido lo dijo desde el 1 de septiembre.

Es imposible, había una iniciativa del Presidente, veo la secuencia por las razones que sea que el PAN posicionó el tema, con el argumento de que les quitaron cinco votos porque íbamos a votar en fast track el fiscal, pero los propios cinco panistas dijeron que no era cierto y a pesar de eso, la demanda fue la misma.

Estos siete días de incertidumbre en la Cámara, ¿no los hace ver mal ante la sociedad?

—Claro que sí, yo les decía que el peor riesgo que se corría es que la sociedad diga: “Ah caray, la verdad es que no se extraña a los diputados, ¿por qué no les extendemos unas vacaciones permanentes?”. No somos los más acreditados y cualquier cosa que pase aquí, que tenga cualquier sabor, ahonda y abunda en esa percepción. Yo creo que vamos a tratar de empezar un trabajo más eficiente, por lo pronto, esta semana tendremos tres sesiones en lugar de dos.

¿No habrá venganzas contra la oposición por impedir la toma de protesta el pasado 31 de agosto?

—Primero, no. Siempre fueron muy gentiles y dijeron que el problema no era conmigo. Dos, yo creo que el que piensa en venganzas pierde el tiempo y no tenemos ni un minuto que perder, ni la Cámara de Diputados ni yo, no es tiempo para eso.

Yo estoy llamando a que no seamos infantiles y berrinchudos, y no ponerse en el plan de: “Ay no, te subiste cuando tomé posición”. Francamente, me parece infantil.

El riesgo del año electoral

¿Qué se espera de este último año legislativo?

—Espero que tengamos una agenda que se pueda cumplir y resolver antes de 2018, en la que esté el tema de seguridad, para poder dar certeza a los órganos que actúan en la materia como la Marina y el Ejército, la Policía Federal, debemos tener el esquema con el que vamos a combatir un enemigo más poderoso y más organizado, con más recursos.

El segundo, un Presupuesto que dé certidumbre y estabilidad al país para ir creciendo, pero que dé un mensaje contundente a los mercados financieros, empezando porque México está sólido en la política, pues la economía es una consecuencia de un sistema político que funciona, ofrece una gran variedad, que compite pero sabe ponerse de acuerdo en los temas importantes, eso me parece serán los tema fundamentales.

Tenemos una serie de déficit en materia electoral, educativa, de género, salud, que no son menos importantes, al contrario, son los que más tocan la vida diaria de la gente, hay temas de justicia cotidiana que son fundamentales para resolver. Espero sea un periodo productivo a pesar de las campañas electorales.

¿Qué reformas podrán salir?

—La reforma fundamental es la Ley de Seguridad Interior, se trata de una reforma pendiente y hay que actualizarnos en esa materia. No encuentro ni mínimamente responsable que podamos seguir teniendo fuerzas en la calle dando un combate real sin un marco jurídico, eso es tremendamente irresponsable.

El tema del Mando Mixto es la primera definición, pero lo que hemos dicho una y otra vez es que debe estar integrado en una misma ley y no en dos normas. En ese sentido, hay que prevalecer el tema de seguridad en general.

¿Ve un año inercial en que no salga nada por el proceso electoral?

—Hay ese riesgo, pero me dan esperanza las reuniones con la conferencia de coordinadores a las que vienen todos, excepto los que están en plan de berrinche, y en las que todos se ofrecen a trabajar. Yo nunca hablaré a favor de ningún partido porque esa no es mi misión en la Mesa, pero denunciaré a los partidos que no estén cumpliendo con el Congreso. No pienso dejar de hacerlo. Me parece que no podemos hacer causas personales del trabajo legislativo.

“Voy a aplicar el reglamento”

¿Cuál será su estilo para conducir la Mesa Directiva?

—Yo creo que el método más equilibrado, estable y eficiente es aplicar el reglamento por igual a todos, porque lo único que nos hace iguales es la ley, y en el caso del Congreso, la ley es el reglamento, si se aplica por igual. Yo creo que vamos a transitar bien, espero que los diputados lo entiendan, espero que mi grupo parlamentario me ayude y espero que los otros grupos me reclamen cuando sea necesario. Yo no soy una persona que tenga temor de la crítica, al contrario, pienso que la crítica fortalece.

También estoy consciente de que hay críticas positivas e interesadas, no digo que negativas. Es lógico, esto no es un convento ni estamos en una orden franciscana, somos políticos y confluyen intereses, ideologías, principios, todo eso está aquí, pero he visto tantas veces que la Cámara salga con bien, que resuelve los problemas que esperaría eso y más.

Vemos que hay rispidez. ¿Usted se va a enganchar con ello?

—No, al contrario, mi trabajo es ir disminuyendo la rispidez, por eso convocamos inmediatamente a la Conferencia y por eso hubo una buena sesión de trabajo.

¿Qué le dice a la oposición?

—Que piense que hay que construir, que son fundamentales las oposiciones, históricas, y las que han construido un prestigio tienen mucho que guardar, conservar y que arriesgar si no optan por la responsabilidad.

¿En su momento la oposición que existe en la Cámara de Diputados podrá censurar su conducción de la Mesa Directiva?

—Claro, con todo lo que el reglamento les conceda. Hay que cumplir con el reglamento y el presidente [de la Mesa] debe ser creativo para hacerlo cumplir, pero yo siempre aplicaré: “Piensa que el presidente te va a dejar hablar, pero también le va a dar la palabra a tu contrario, un minuto a ti y uno a él, acto seguido, se acaba el tema”. Mejor que cerrar el micrófono.

“No me quito el corazón priísta”

¿A Ramírez Marín no le va a ganar su corazón priísta?

—Espero que no, pero tampoco pienso quitármelo, así es que esa tentación estará muchas veces, pero el reglamento es mi herramienta y eso es lo que le diré a mis amigos priístas. Seguro que habrá reclamos de ellos, pero también estoy seguro de que estarán más contentos de que haya un presidente neutral, porque no puedo estar a favor de nadie. Eso no impide señalar a los que no estén cumpliendo el reglamento o se estén saliendo del cauce en la práctica legislativa.

Es la tercera ocasión que es presidente de la Mesa Directica en San Lázaro, ¿qué le significa?

—Es un orgullo gigantesco, me siento enormemente honrado por la confianza de todos los compañeros, no tuve votos en contra. Eso me da alegría, tuve 40 abstenciones de Morena, la otra vez, tuve dos votos en contra, pero por otro lado, es una enorme responsabilidad. Yo tengo trazada mi ruta, voy a darle al Congreso hasta la última gota de sangre.

No soy una persona difícil de comunicar, tengo dedicación, siempre tengo tiempo para mis amigos, entonces, yo creo que soy muy chismoso y suelo prestar atención a otros, me gusta saber qué está pasando y eso te da chance de conversar.

Las puertas de la presidencia están abiertas para todos, hay muchas cosas que cambiar, hay que romper mitos y privilegios, y hay que hacer más moderna la presidencia de la Mesa.

Nos ha dado pena decirle al público lo que el presidente de la Cámara de Diputados debe tener, lo que no se debe suprimir para hacer un buen trabajo. Lo demás va para afuera. Por ejemplo, aquí en la Cámara tenemos un restaurante para los diputados, pero ahí no pueden comer los trabajadores, la mayoría de los diputados tampoco puede comer ahí, si lo hacen diario perderían buena parte de sus ingresos.

Mejor deberíamos abrir un espacio de comida económica para todos, ¿no?, nos da pena decirle a la gente y los mandamos a comer a la calle, donde se come muy rico, por cierto, y esos señores que venden afuera podrían hacerlo aquí adentro.

Hay cosas terribles, como el salario de los trabajadores de limpieza, ese tema está apuntado en mis obligaciones. El tema de la austeridad, también. Me refiero a una austeridad que no limite el funcionamiento, no una austeridad hipócrita. Se requiere una austeridad real.

¿De aquí a la candidatura al gobierno de Yucatán?

—Yo tengo aspiraciones en ese sentido, pero están los tiempos del partido, del Congreso y finalmente están todas esas cosas que componen esa decisión, entre ellas, qué tanto me reconocen mis paisanos. Gano o no gano, les sirvo o no. Me parece todavía un poco prematuro pensar en eso. Cuando te den un limón, haz una limonada. Ahorita mi limón se llama Cámara de Diputados.

No hay forma de usar la presidencia para brincar a la candidatura. Muchos de mis paisanos dicen que al contrario, me aleja de Yucatán. Yo creo que voy a seguir yendo todos los fines de semana y los días que pueda, pero lo fundamental para mí es que consideren mis méritos si los tengo, así que hay que hacer méritos.

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