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Después de 10 años del plagio y homicidio de Silvia Vargas, el acceso a la justicia ha sido tardío y lleno de recursos legales que han beneficiado a los señalados como probables responsables bajo el riesgo de que salgan libres o se den a la fuga, acusó Nelson Vargas.

En conferencia de prensa, el empresario lanzó un llamado a las autoridades jurisdiccionales para que den seguimiento puntual al caso de Silvia Vargas y se dicte sentencia contra todos los detenidos que han sido señalados como responsables de su secuestro y asesinato, “no existe razón alguna”, dijo, para no hacerlo.

“¿Qué es lo que puedo pensar de la autoridad jurídica? Incapacidad, burocracia, horas nalga… perdón por decir esta majadería, pero, ¿cuántas horas se necesitan para resolver un caso tan obvio?”, aseguró.

“Yo les di todas las evidencias que el caso requería, como identificación de la gente que trabajaba conmigo, identificación del personal que tenía a mis servicios domésticos y básicamente un chofer y este seguimiento fue fatídico”.

EL UNIVERSAL informó que en mayo de 2014, el juez Décimo Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales condenó a Martín Enríquez Monroy, El Chelas, identificado como el responsable de cuidar y alimentar a Silvia Vargas durante su cautiverio en la casa de seguridad en donde la tuvieron, a 52 años y seis meses de prisión, el pago de una multa por 727 mil 539 pesos y a la reparación del daño.

Desde entonces, Nelson Vargas ha exigido justicia para todos y cada uno de los responsables que faltan por sentenciar, porque tan sólo en 2015, Isidro Solís Medina, El Chilo, supuesto integrante de Los Rojos, organización señalada como responsable del secuestro de Silvia Vargas, fue liberado por un juez, al considerar que le fue violado el debido proceso.

“Esta es la versión del ser humano pidiendo a la autoridad que cumpla con su trabajo. Estoy convencido de que no es fácil que la autoridad jurídica resuelva, pero lo que sí es fácil es que a la gente se le olvide un caso que lleva 10 años y yo tengo la obligación moral, con mi familia, con mis hijos, con la madre de mi hija, de que sentencien a los asesinos de mi pequeña”.

Recordó que la dilación en el asunto ha provocado que otros integrantes de la organización que secuestró a su hija estuvieran a punto de salir libres, como ocurrió con Óscar Ortiz, chofer de Nelson Vargas, quien ha declarado cómo, entre él y su hermano Raúl Ortiz, planearon ejecutar el plagio; o que se den a la fuga, como en el caso de Raúl Ortiz González quien se ha fugado en dos ocasiones, en 2000 y 2008, hasta que fue detenido en 2009.

La estrategia de los detenidos también ha sido alegar tortura durante su detención, por lo que consiguieron un amparo. De los ocho detenidos, sólo a siete se les realizaron pruebas médicas y siquiátricas y a ninguno de ellos se les halló rasgo alguno de tortura, razón por la que el octavo implicado se desistió de la prueba.

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