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La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que en 2017 el Programa de Vacunación Universal no cumplió con su finalidad de prevenir enfermedades a través de la aplicación de vacunas y detectó irregularidades en cuanto al abasto, distribución y entrega de las dosis.
En la tercera entrega de la Cuenta Pública 2017, la ASF reveló que el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia) no acreditó las supervisiones necesarias en las entidades federativas, por lo que no verificó la entrega, distribución y abasto de las vacunas.
El Censia no aplicó una deducción de un millón 500 mil pesos por 340 dosis no entregadas y no acreditó el reintegro a la Tesorería de la Federación por 2 millones 700 mil pesos, por penalizaciones convencionales debido a que el proveedor suministró las vacunas fuera del tiempo establecido para su entrega.
En cuanto a la distribución y entrega de las dosis de inmunización, la Auditoría Superior de la Federación también encontró que, hasta julio de 2018, los estados de Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Tamaulipas y la Ciudad de México no acreditaron la salida de un millón 849 mil 160 dosis, que eran correspondientes a 100% de los insumos recibidos.
Los estados de Guanajuato, Guerrero y Estado de México tampoco acreditaron la salida de las dosis, lo que representó 49.5%, 69.4% y 70.9% del total de vacunas recibidas, de manera respectiva.
“Es por ello que no se cumplió con el objetivo de las Bases de Colaboración referidas y, en consecuencia, con el Programa de Vacunación Universal, al no contribuir a la reducción de las enfermedades prevenibles por vacunación”, estableció la ASF.