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Mérida, Yuc.— Al anunciar la creación del Sistema Nacional de Salud para el Bienestar de los Mexicanos —y con ello la desaparición del Seguro Popular—, el presidente Andrés Manuel López Obrador, inició ayer la federalización de los servicios de salud para que su gobierno se encargue por completo de la atención médica de los mexicanos.

De gira por esta entidad, el mandatario firmó un acuerdo con los gobernadores de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo para implementar esta política pública a fin de garantizar acceso y calidad de los servicios de salud y medicamentos de forma gratuita.

Aclaró que los afiliados al Seguro Popular no se quedarán sin atención médica, pues se busca garantizar acceso de primer nivel en centros de salud y unidades médicas del Seguro Social y de segundo nivel, es decir, la hospitalaria, en clínicas de las secretarías de Salud de los gobiernos estatales.

En las clínicas del IMSS, ISSSTE y Seguro Popular se atenderían emergencias si son o no derechohabientes: “Esta red de atención va a incluir trasladar pacientes a los institutos de salud del país”, informó en Palacio Nacional.

“El convenio significa que los estados trasladan los servicios de salud a la Federación, quien se va a hacer cargo de todo el sistema de salud. Se integra todo el sistema de salud. Uno de los problemas actuales es la fragmentación, la desintegración del sistema de salud”, señaló.

Dijo que el objetivo es integrar los sistemas de salud para empezar a dar atención especial a la población, en especial a quienes no tienen ninguna seguridad social, a los que no son derechohabientes que, según los cálculos de su administración, son más de la mitad de los mexicanos.

Tras aceptar que hay grandes deficiencias en los actuales servicios de salud, el Presidente informó que uno de los objetivos es que desaparezca el cuadro básico de medicinas y que todos los medicamentos estén disponibles para los enfermos: “Estoy consciente de que hay medicamentos que no están en el cuadro básico, que son muy caros, pero se van a adquirir”.

López Obrador afirmó que el sistema que podría llamarse Salud y Bienestar, que busca otorgar consultas, medicinas gratuitas y atención de emergencias a toda la población, se irá implementando paulatinamente por grupos de ocho estados.

Por la tarde, en Mérida, López Obrador detalló que cada seis meses se integrarán ocho estados más al acuerdo para la federalización de la salud, para que en dos años quede instaurado el plan en todo el país.

En el Centro Internacional de Congresos de Yucatán, el Presidente señaló: “Hemos retrocedido en salud en el país. Queremos un sistema de calidad, que se convierta en realidad como en Dinamarca, los países nórdicos y Canadá”.

Por la mañana, en Palacio Nacional, el Ejecutivo dijo que el Seguro Popular no ha funcionado, porque ni es seguro ni es popular: “Va a ser sustituido por un sistema de salud público que garantice la atención médica de calidad y medicamentos gratuitos. Es un nuevo plan de salud”. Precisó que los mexicanos que tienen Seguro Popular, “aun no siendo atendidos como merecen, van a seguir incorporados al programa, es decir, no se quedan sin atención médica. Continúa el programa hasta que entre en funciones el nuevo plan”.

Así, los afiliados al Seguro Popular pasarán a formar parte de este nuevo sistema, con la virtud de que en una emergencia médica podrán ser atendidos en cualquier servicio de salud público, en el IMSS o el ISSSTE. Los que no están afiliados a un servicio tendrán prioridad.

Se promoverán reformas legales y demás adecuaciones que resulten necesarias para que la Secretaría de Salud esté en condiciones de llevar a cabo su labor, incluso con un mecanismo de financiamiento.

El plan para dotar de medicamentos y atención médica gratuita, acaba con la descentralización del sector salud y elimina el término del cuadro básico de medicamentos.

El convenio para iniciar la unificación del sector salud para ser controlado en su totalidad por el gobierno federal, y con el cual habrá 25 mil millones de pesos adicionales al presupuesto para los estados, busca contar con mejores instalaciones y comenzar la atención de calidad donde existe un nivel alto de marginación.

El Ejecutivo detalló que ha iniciado el proceso de federalización de servicios de salud, mismo que tendrá una inversión inicial de 115 mil millones de pesos.

López Obrador comprometió la basificación de unos 80 mil trabajadores del sector que laboran por contrato o por honorarios.

Muerte asistida. En este marco, el Presidente abrió la puerta para que se lleve a la práctica la muerte asistida: “Como el tema de desahuciar cuando se llega a una realidad triste de que no hay opciones, no hay alternativas, no es decir ‘a ver, ya llévense al paciente a su casa’, por qué no implementamos algo para el bien morir. Todo eso no está considerado en la atención a la salud, son cuestiones muy importantes que tenemos que resolver”.

Sobre los servicios de salud de las Fuerzas Armadas y PEMEX, dijo que se van a incorporar a este plan de manera solidaria, sobre todo, en casos de emergencia, y que seguirán atendiendo a sus derechohabientes.

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