La violencia política

estalló en el norte, noroeste, nororiente y sur de Nicaragua con saldo preliminar de cinco muertos, más de 30 lesionados y al menos 10 detenidos por los choques entre fuerzas opositoras con tropas antimotines gubernamentales, por el denunciado fraude oficialista en las cuestionadas elecciones municipales del domingo pasado en ese país ganadas por el gobernante y ex insurgente Frente Sandinista de Liberación Nacional ( FSLN ).

Los disturbios se registraron en los departamentos (estados) de León (noroeste), de Nueva Segovia y Jinotega (norte), y Río San Juan (sur), así como en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) (nororiente).

Entre los muertos hay un militante del FSLN, y el resto de agrupaciones minoritarias: uno del partido Yatama de los indígenas misquitos, que habitan en el Caribe de Nicaragua, dos de Ciudadanos por la Libertad (CxL), y uno del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), informó hoy el periódico La Prensa, el principal rotativo nicaragüense, basado en fuentes propias. No hubo una confirmación oficial o independiente de esos datos.

Sin embargo, el periódico digital El 19, uno de los medios oficialistas, reprodujo un mensaje que una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que hizo una observación electoral de los comicios, publicó en su cuenta en la red social de Twitter en el que lamentó la “pérdida de vidas en elecciones municipales y condena violencia postelectoral”.

La misión de la OEA realizó una limitada labor de observación de los comicios en 15 de los 153 municipios.

El Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado por el sandinismo, confirmó el lunes que el FSLN ganó 135 de las 153 alcaldías, mientras que PLC triunfó en 11, CxL en seis y la Alianza Liberal Nacionalista (ALN) en uno.

En una consulta popular catalogada como farsa y sin credibilidad por las principales fuerzas opositoras de Nicaragua, que se abstuvieron de competir, un total de 3 millones 894 mil nicaragüenses estuvieron inscritos para elegir el domingo a 6 mil 88 puestos de alcaldes, vicealcaldes y concejales, con suplentes, en los 153 municipios.

La oposición alegó que el abstencionismo superó el 70%, pero el CSE replicó que la participación fue superior al 50% o 51%.

El CSE comunicó que luego de contabilizadas 13 mil 82 de las 13 mil 206 juntas receptoras de votos, con solo 124 pendientes de escrutar, se tienen registrados 1 millón 943 874 votos válidos recibidos por nueve partidos. Con ese recuento, el FSLN obtuvo el 68,26%, precisó.

El resultado concedido por el CSE a favor del FSLN en las estructuras políticas municipales consolidó el cada vez más creciente poder del presidente, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, que ya controlan los aparatos gubernamentales, legislativos, judiciales, electorales, militares y policiales de Nicaragua.

Fraude. En la comunidad de Sandy Bay, en la RACCN, el nicaragüense Ever Federick Dixon, candidato a alcalde por Yatama, anunció que las comunidades desconocieron los resultados oficiales por “el total fraude montado por el Frente Sandinista en contra de la organización indígena de Yatama”.

El candidato responsabilizó al oficialismo de la violencia, que en esa región dejó al menos dos muertos y tres heridos. El FSLN, que de manera repetida rechaza todas las acusaciones en su contra, seguía sin pronunciarse acerca de estos hechos.

Pero los medios oficialistas de comunicación reiteraron que en los comicios hubo paz y tranquilidad. “Nicaragua vivió una fiesta cívica en armonía, paz y tranquilidad”, recalcó El 19, uno de los periódicos digitales del sandinismo, y que el FSLN logró una “amplia victoria”.

Al revelar una serie de irregularidades previas, durante y después de los comicios, el diario La Prensa reportó que en el municipio de Yalí, Jinotega, “el terror se vivió la mañana de este lunes cuando militantes sandinistas con armas de fuego y morteros atacaron a militantes” del CxL que celebraron su triunfo electoral.

“Vivimos un verdadero terror por vándalos del partido de gobierno. Hay dos muertos, incluyendo un sobrino mío y tenemos muchos heridos, entre estos tenemos a dos graves”, relató Noel Moreno Talavera, candidato ganador de CxL en ese municipio.

El (no estatal) Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) denunció casos de arrestos y heridos por la violencia política.

Con los resultados de los comicios, el dúo gobernante desde 2007 reafirmó el mayoritario control de los municipios en el mando que, en los últimos diez años, asumió en los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral y del Ejército y de la Policía.

Ortega inició en enero pasado un tercer quinquenio consecutivo y por primera vez con su esposa en la vicepresidencia, aunque Murillo se transformó en la última década en una de las figuras políticas con mayor poder en Nicaragua junto a su esposo.

En una acusación que el oficialismo rechazó repetidamente, los opositores aseguraron que Nicaragua será gobernada por una dinastía al menos hasta 2022 que aceleró el deterioro democrático.

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