Washington/Teherán.— El presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó ataques cibernéticos contra los sistemas de misiles de Irán, luego de que la República Islámica derribó un dron militar de la marina, que presuntamente violó su espacio aéreo, informaron los diarios The Washington Post y The New York Times.

Los ataques cibernéticos contra varios sistemas informáticos y una red de espionaje vinculada con la Guardia Revolucionaria de la República Islámica, detallaron, fueron lanzados el pasado jueves en secreto por el Comando Cibernético de Estados Unidos por orden de Trump.

Funcionarios estadounidenses citados por ambos diarios destacaron que los ataques habían sido planeados durante varias semanas, tras las agresiones del 13 junio pasado contra dos navíos petroleros en el golfo de Omán.

Los ciberataques estadounidenses deshabilitaron los sistemas informáticos que controlaban sus cohetes y lanzamisiles aunque, según los funcionarios, se desconoce si los piratas informáticos lograron acceder a sus redes.

El Pentágono rehusó cualquier comentario al respecto. En Irán, la agencia de prensa Fars, próxima a los conservadores, indicó que la República Islámica no había reaccionado aún a estas informaciones de prensa estadounidenses.

“No está claro si los ataques han sido o no realizados”, agregó Fars, dando a entender que estas informaciones desde Estados Unidos podrían ser un “farol destinado a la opinión pública para mejorar la imagen de la Casa Blanca”, tras la destrucción del dron.

El director del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Christopher C. Krebs, emitió la advertencia de que Irán aumentó sus actividades cibernéticas contra industrias estadounidenses, en particular del sector energético, y agencias gubernamentales, alertando que su “ciberactividad maliciosa” iba en incremento.

El lunes pasado servidores públicos de Teherán afirmaron que desmantelaron una gran red de espionaje en línea dirigida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), aunque hicieron referencia a una operación de hace más de ocho años.

Ayer también la República Islámica denunció la intrusión de un “avión espía” sin tripulación en su espacio aéreo en mayo.

En un mensaje difundido en Twitter, el canciller iraní, Mohamad Javad Zarif, afirmó que el primer incidente fue protagonizado por un aparato MQ9 (código del dron de vigilancia y ataque estadounidense Predator B), el 26 de mayo.

Zarif tuiteó un “mapa del itinerario del dron espía MQ9 en la fecha del 26 de mayo de 2019”.

El presidente de Irán, Hassan Rouhani, afirmó que la reciente invasión del espacio aéreo iraní por parte de un dron de Estados Unidos es el comienzo de una nueva tensión en la región, por lo que exhortó a la comunidad internacional a responder al nuevo acto de agresión de Washington. “Esta región es muy sensible y la seguridad de las rutas marítimas del golfo Pérsico y el mar de Omán es muy importante para muchos países, por lo que esperamos que los organismos internacionales respondan adecuadamente ante esta agresión de Estados Unidos”, dijo.

Recordó que en los últimos años las plataformas petroleras, los buques de cargay los aviones de pasajeros iraníes han sido atacados por la marina estadounidense, informó según recogió la agencia IRNA.

La vicepresidenta iraní para Asuntos Legales, Laya Yoneidi, anunció que analizan emprender acciones legales contra EU por la violación del espacio aéreo iraní.

Desde Jerusalén, John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Trump, advirtió a Irán que no confunda la “prudencia” de su país con “debilidad”, dos días después de que Trump cancelara a último momento bombardeos contra objetivos en Irán tras la destrucción del dron.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien visitará Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para abordar la crisis, precisó que hasta que Irán “decida renunciar a la violencia (...) la campaña de aislamiento diplomático y presión económica contra el régimen se intensificará”.

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