El cantante Jason Aldean , que actuaba en el escenario del festival Route 91 Harvest de Las Vegas cuando se produjo el tiroteo en el que murieron 58 personas y más de 500 resultaron heridas hace una semana, todavía trata de "entender qué pasó" y "superarlo", según recogen hoy medios locales.

Aldean abrió el sábado por la noche el programa Saturday Night Live (SNL) de la cadena NBC, que cambió su formato para abordar el tiroteo más grave de la historia reciente de Estados Unidos, perpetrado el 1 de octubre por Stephen Paddock, un jubilado de 64 años.

"Esta semana fuimos testigos de una de las peores tragedias en la historia de Estados Unidos Como todos, estoy tratando de entender qué pasó esa noche y cómo superarlo y empezar a sanar", dijo el artista "country", que despedía el festival cuando las ráfagas de disparos de Paddock sembraron el pánico entre los 22 mil asistentes.

"Mucha gente está sufriendo: niños, padres, hermanos, hermanas, amigos. Todos son parte de nuestra familia y les quiero decir que sufrimos con ustedes y por ustedes", continuó Aldean, que se presentó vestido rigurosamente de negro.

"Pero pueden estar seguros de que vamos a atravesar estos duros momentos juntos, cada paso del camino. Porque cuando Estados Unidos está en su mejor momento, nuestro vínculo y nuestro espíritu es irrompible", añadió.

Acto seguido, el artista versionó el tema "I won't back down" (No me echaré atrás") del rockero Tom Petty, que falleció a los 66 años, por un ataque al corazón, el día siguiente al tiroteo.

Horas después del suceso, Aldean escribió en su cuenta de Instagram estar sintiendo "miedo, rabia, angustia y compasión" e hizo un llamado a "frenar el odio" y a una unión ciudadana por encima de ideología, raza y género.

"Somos todos humanos y todos estadounidenses, es tiempo de empezar a actuar como tal y unirnos como uno solo. Es la única manera de que hagamos este país mejor de lo que ha sido nunca, pero queda mucho por hacer y tenemos que empezar ahora", afirmó.

Tras varios días de investigación, las autoridades todavía no conocen el "motivo" detrás del crimen, en el que Paddock, que se suicidó posteriormente, figura como único sospechoso.

En los últimos días los agentes han recuperado 47 armas de fuego del individuo, incluidas 23 que se encontraban en el hotel Mandalay Bay, desde el que disparó a los asistentes con rifles semiautomáticos.

lsm

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