El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y legisladores republicanos adoptaron el sábado una postura dura después de que el Congreso no logró llegar a un acuerdo sobre financiamiento para las agencias federales y declararon que no negociarán sobre inmigración hasta que los demócratas ayuden a poner fin a la paralización del gobierno.

“El presidente no negociará sobre una reforma migratoria hasta que los demócratas dejen de hacer juegos y reabran el gobierno”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

El financiamiento para las agencias federales se acabó a la medianoche del viernes sin un acuerdo en el Congreso, lo que significa que el segundo año de mandato de Trump empezó sin un gobierno completamente funcional. Los legisladores no lograron resolver una disputa por la exigencia de los demócratas de que cualquier legislación de gastos a corto plazo incluya protecciones para inmigrantes jóvenes indocumentados.

“Es el primer aniversario de mi presidencia y los demócratas querían darme un lindo presente”, tuiteó el mandatario.

A los empleados del gobierno estadounidense se les dijo que se quedaran en sus casas o, en algunos casos, que trabajen sin remuneración hasta que se apruebe nuevo financiamiento, en la primera paralización del gobierno federal desde un problema de recursos de 16 días en octubre de 2013.

Trump habló ayer con el presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan, y el líder de la mayoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell, quien anunció por la tarde que habrá una votación para reabrir el gobierno la madrugada del lunes.

“Estamos comprometidos a garantizar que se protege al pueblo estadounidense, especialmente nuestras grandes Fuerzas Armadas y los niños más vulnerables”, agregó la portavoz presidencial.

Un viaje de Trump y algunos miembros del gabinete al Foro Económico en Davos, Suiza, estaba en entredicho.

Los parques, monumentos al aire libre y museos Smithsonianos estaban abiertos en la capital estadounidense, pero los visitantes fueron retirados de la Campana de la Libertad en Filadelfia y de la Estatua de la Libertad en Nueva York.

El Senado y la Cámara Baja, controlados por republicanos, realizaron ayer inusuales sesiones, enfrentando una crisis política que podría tener un impacto en las legislativas de noviembre. Republicanos y demócratas se culparon mutuamente.

Una idea propuesta por los republicanos fue renovar el financiamiento del gobierno hasta el 8 de febrero para poner fin a la paralización, mientras se trabajaba para resolver otros asuntos, como el gasto en inmigración, en defensa y en otras áreas, ayuda en caso de desastres y temas de salud. Podría votarse hoy.

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