Brasilia.— El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) decidió anoche por mayoría que el encarcelado ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva no puede participar en las elecciones presidenciales del 7 de octubre, en las que es favorito, debido a una condena por cargos de corrupción.

Tras una maratónica jornada de más de ocho horas, al menos cinco de un total de siete jueces votaron en contra del derecho del ex líder sindical a participar en los comicios; uno lo hizo favor. Lula tiene oportunidad de apelar y su Partido de los Trabajadores (PT) ya adelantó que luchará “por todos los medios” para que él pueda contender, pero la decisión complica la situación del ex líder sindical.

La audiencia en la sede del TSE dividió a quienes invocan la ley de “Ficha Limpia”, que impide a un condenado en segunda instancia presentarse a cargos electorales, y por el otro a quienes afirman que un reciente pedido de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) para que el líder de la izquierda pueda hacer campaña tiene carácter vinculante.

“La ley de Ficha Limpia prevé claramente que los condenados por un tribunal colegiado son inelegibles”, afirmó el relator del proceso, Luis Roberto Barroso. Aludió así a la situación de Lula, quien está en prisión tras ser condenado a 12 años y un mes de cárcel por los delitos de corrupción y lavado de dinero.

Fue declarado culpable en julio de 2017 de beneficiarse de un apartamento en un balneario paulista, ofrecido por una constructora para obtener su mediación en contratos con Petrobras. La condena fue ratificada y ampliada en enero de este año por una corte de apelación. La citada ley implica una inhabilitación para ser candidato por ocho años.

Barroso rechazó las denuncias de que el ex mandatario (2003-2010) estaría sufriendo persecución política: “Voto por la procedencia de las impugnaciones formuladas... Deniego el pedido de registro del candidato Luiz Inácio da Silva para la Presidencia de la República”, remató.

El siguiente juez en expresar su parecer, Luiz Eduardo Fachin, concordó con el hecho de que Lula podría ser inhabilitado de acuerdo con la legislación brasileña, pero dijo que se debía acatar la decisión de la Comisión de la ONU y “reconocer el derecho [de Lula] de presentar su candidatura”.

La justicia electoral no discutió la cuestión de la liberación de Lula, que corre por otros canales judiciales. El ex mandatario enfrenta otros cinco procesos judiciales.

Los abogados de Lula enviaron al TSE sus alegatos finales, unas 200 páginas, el jueves a las 23:00 locales, una hora antes del plazo legal. La más reciente encuesta de Datafolha atribuyó a Lula 39% de intención de voto, 20 puntos más que el ultraderechista Jair Bolsonaro, su más inmediato seguidor. Si Lula no puede competir, probablemente su lugar lo asuma su compañero de fórmula, el ex alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.

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