Toronto.— Más de 25 mil habitantes de Toronto realizaron anoche una vigilia en honor a los 10 muertos y 15 heridos que dejó el atropellamiento masivo del pasado 23 de abril, perpetrado por un joven de 25 años motivado por el movimiento misógino “Incel”.

Con la presencia del primer ministro Justin Trudeau, la gobernadora general Julie Payette; la gobernadora de Ontario, Kathleen Wynne, y el alcalde de Toronto, John Tory, así como representantes de iglesias católicas y templos musulmanes, los canadienses, muchos de ellos inmigrantes, lloraron por la memoria de las víctimas.

En total, 10 velas fueron resguardadas del viento por candelabros y colocadas en un escenario en recuerdo de las ocho mujeres y dos hombres que perdieron la vida en el ataque, efectuado a bordo de un vehículo de alquiler.

El pasado lunes Alek Minassian rentó una camioneta y atropelló peatones a lo largo de unos dos kilómetros en el norte de Toronto, dejando a su paso un manto de sangre.

Su ataque fue motivado por uno similar que realizó un estadunidense, también del movimiento “Incel”, que culpa a las mujeres de su frustración sexual y celibato involuntario. De las ocho asesinadas en Toronto, una era madre soltera y dejó un niño de siete años.

“Esta noche Toronto y todo Canadá recuerda, lamenta y está unido”, escribió Trudeau en redes sociales.

La vigilia por las víctimas comenzó con los tambores y cantos de los indígenas canadienses de las llamadas Primeras Naciones, pero también hubo oraciones musulmanas y frases del Corán. Cristianos, judíos y musulmanes hicieron un llamado a la tolerancia.

“¿Cómo dejamos que esto pasara?”, se preguntó un sacerdote católico, mientras que un líder musulmán explicó que el Corán dice que los seres humanos son como las partes de un cuerpo y que si una sufre, todo el cuerpo también.

Con letreros como “Amor para todos, odio para nadie” y “Toronto Sorong”, se congregaron alrededor del memorial que se instaló con miles de flores, mensajes de aliento, veladoras y algunas fotos de las víctimas.

La alcaldía de Toronto informó que la cuenta que se abrió para apoyar a los heridos y a las familias de las víctimas ha recaudado hasta ahora 1.8 millones de dólares.

La inmigrante salvadoreña Coco Mendez acudió como parte de la campaña Free hug, que es dar un abrazo gratuito a quien lo necesite para sentirse mejor ante esta tragedia que ha enlutado a la ciudad más multicultural de Canadá.

“La comunidad de mi iglesia, especialmente los jóvenes han pasado un momento muy estresante a raíz de este ataque, por eso les abrimos las puertas para que sientan sanación”, agregó.

Tal como lo prometió el alcalde de Toronto, la vigilia de esta noche fue una evento para la comunidad, no un acto político, por lo que se escucharon las voces de representantes comunitarios que llamaron a la tolerancia, el respeto y a seguir manteniéndose unidos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses