La tensión se está apoderando de Estados Unidos tras la que se prevé una inminente publicación de un memorándum clasificado en el que el Partido Republicano señala posibles malas prácticas y partidismo del FBI en la investigación de la injerencia rusa en las elecciones de 2016.

El liderazgo republicano está dispuesto a mostrar al público un documento de cuatro páginas en las que se presume que se revela un supuesto abuso de poderes de espionaje del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias de inteligencia sobre algunas figuras del equipo de campaña del entonces candidato republicano Donald Trump vinculadas a agentes rusos, incluso incumpliendo la ley.

La agencia de inteligencia ha expresado su “grave preocupación” por las imprecisiones del documento —redactado por Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja y cercano a Trump—, que no ha sido revisado en su totalidad y que contiene omisiones de materiales y hechos que “impactan fundamentalmente la exactitud del memo”.

Los demócratas también se han opuesto a la emisión del documento, no sólo por las “falacias” que contiene, sino porque la falta de revisión del FBI podría provocar la publicación de material confidencial.

“¿Usará el presidente [el memorándum] para confundir al país?”, se preguntó el congresista demócrata Adam Schiff, miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y que ha visto cómo la publicación de un documento que escribió para corregir el de sus colegas republicanos ha sido bloqueado.

El memorándum se ha convertido en las últimas horas en el punto clave de las agrias peleas partidistas sobre la investigación de la trama rusa y la posible complicidad entre el Kremlin y la campaña de Trump en las elecciones de 2016.

Altos funcionarios del gobierno, incluidos el subfiscal general, Rod Rosenstein, y el director del FBI, Christopher Wray, habrían pedido a la Casa Blanca que no haga público el documento por el precedente que estarían creando en cuanto a material clasificado y ataques imprecisos sobre el trabajo del FBI.

Sin embargo, el entorno del presidente está decidido a publicar el memorándum en aras de la “transparencia” en un asunto que ha perseguido a la administración desde antes de su llegada al poder.

Todo apunta a que la razón de fondo del Partido Republicano es crear una sombra de duda y partidismo sobre las agencias de inteligencia de EU, y sembrar desconfianza en su trabajo incluyendo, obviamente, la investigación de la trama rusa que persigue al presidente Trump.

“Está claro que el objetivo es minar la investigación del fiscal especial [del Rusiagate]. Si fuera la transparencia, los republicanos apoyarían la publicación del memorándum demócrata de manera simultánea, y en cambio lo están bloqueando”, sentenció la senadora demócrata Dianne Feinstein, quien es miembro del Comité Judicial en la Cámara Alta.

La palabra final la tiene Trump en su facultad como presidente. Captado inadvertido por un micrófono, aseguró a un congresista tras su discurso sobre el estado de la Unión que lo iba a publicar “al cien por cien”, a pesar de que la Casa Blanca ha asegurado que todavía no lo ha visto ni ha sido informado de su contenido.

El jefe de gabinete de la administración, John Kelly, se unió a la previsión de que va a ser revelado, asegurando a Fox Radio que la difusión del memorándum se va a realizar “muy temprano”.

En caso de publicarse, lo más probable es que aparezca en el boletín del Congreso, que no se vuelve a publicar hasta el viernes, cuando las cámaras vuelven al trabajo. Si se cumpliera, sería el último episodio de la batalla sin mesura de Trump contra el FBI, agencia de la que ya despidió un director y obligó a dimitir a un subdirector esta misma semana.

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