Un ex infante de Marina estadounidense que fue deportado a México hace 15 años tras ser declarado culpable de un delito menor regresó ayer a Estados Unidos tras ganar una batalla jurídica para recuperar su residencia permanente.

Marco Chávez dijo que se sintió abrumado por la emoción al regresar a territorio estadounidense. “No lo podía creer”, dijo a reporteros. Esta Navidad, subrayó, será inolvidable porque estará con su familia. “Podré abrazarlos y hacerles saber que estoy en casa”, expresó, acompañado por su padre, Antonio Chávez.

Hace unas semanas, el gobernador de California Jerry Brown indultó a Chávez de su sentencia de crueldad hacia los animales por golpear a un perro. Chávez era un bebé cuando sus padres lo trajeron a EU. Ingresó a la Infantería de Marina a los 19 años y estuvo allí cuatro años. Fue sentenciado a dos años de cárcel por el caso del perro, pero salió antes por buen comportamiento. Sin embargo, fue deportado en 2002.

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