El huracán María se fortaleció ayer y se convirtió en un ciclón extremadamente peligroso de categoría 5 mientras avanzaba hacia un impacto potencialmente devastador en las islas del oriente del Caribe.

El huracán tocó tierra ayer por la noche en la isla de Dominica y expertos preven que su trayectoria lo lleve muy próximo a muchas de las islas que fueron destruidas hace unos días por el huracán Irma, para luego continuar con su camino y posiblemente tocar tierra en Puerto Rico mañana.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que María que a las 21:35 hora local de Dominica (01.35 GMT del martes), el ojo del meteoro estaba ubicado sobre esta isla de 75 mil habitantes y avanzaba en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 15 kilómetros.

Ayer por la mañana el huracán era categoría 2 y en tan sólo 12 horas evolucionó hasta alcanzar el nivel máximo, que es la categoría 5.

Se emitieron avisos preventivos para las Islas Vírgenes, Guadalupe, Dominica, San Cristóbal y Nieves, Montserrat y Martinica, así como para Antigua y Barbuda, Saba, San Eustaquio, San Martín, Santa Lucía y Anguila. Muchos de estos territorios sufren aún los estragos que dejó Irma.

Los meteorólogos indicaron que la tormenta podría aumentar el oleaje entre 1.8 y 2.7 metros cerca del centro de la tormenta. Se prevé que arroje entre 25 a 38 centímetros de lluvia en las islas.

El gobierno de Dominica ordenó el cierre de escuelas y oficinas públicas y exhortó a la gente a evacuar y buscar refugio. En Guadalupe, las autoridades pronosticaron fuertes lluvias e inundaciones a partir de la tarde de ayer y advirtieron que muchas comunidades quedarán sumergidas antes que culmine la noche.

El servicio francés de meteorología Meteo France emitió una alerta roja para Martinica. A las empresas y negocios se les ordenó cerrar, los servicios de transporte fueron suspendidos y a los residentes se les pidió refugiarse en sus casas.

El miércoles María podría golpear directamente a Puerto Rico, que se libró en gran medida del paso de Irma aunque unas 700 mil personas han quedado sin electricidad, y el gobernador Ricardo Rosselló advirtió que podrían ocurrir nuevos apagones.

“Esta tormenta promete ser catastrófica para nuestra isla”, dijo Ernesto Morales, del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos en la capital de Puerto Rico, al tiempo que advirtió que todo el territorio “experimentará vientos huracanados”.

El gobierno local anunció ayer el racionamiento de suministros básicos que incluyen agua, leche, comida enlatada, alimentos para bebé, baterías y linternas.

Los expertos vaticinaron que la tormenta arrojaría hasta 46 centímetros (18 pulgadas) de lluvia en Puerto Rico y atacaría a la isla con fuertes vientos por entre 12 y 24 horas.

Las autoridades de Puerto Rico dijeron que la Agencia Federal de Manejo de Emergencias estaba lista para traer agua potable y para ayudar a restablecer el servicio eléctrico.

Beth Tamplin Jones, de 45 años, quien resistió el huracán Irma en el almacén de la casa de una amiga en St. John, en las Islas Vírgenes, prefirió mantenerse alejada del área esta vez. “Estamos en el paso de los huracanes, de modo que hemos tenido otras tormentas, pero nada como esto”, dijo Jones, quien la semana pasada fue evacuada desde St. John a Puerto Rico y luego tomó un vuelo hasta Atlanta, donde planea quedarse hasta que María se disipe.

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