Más Información
Claudia Sheinbaum se reúne con Miguel Ángel Yunes tras voto clave en reforma judicial; descarta su entrada al Gobierno
Ernestina Godoy pide a Norma Piña no debilitar instituciones; advierte vigilancia desde Consejería Jurídica
"Victoria de la ciudadanía es irreversible"; Alessandra Rojo de la Vega celebra revocación de nulidad de elección en Cuauhtémoc
Batres envía 4 iniciativas de ley al Congreso; una de ellas para sancionar chelerías en la vía pública
¡Es oficial! Senado declara el 1 de octubre de cada 6 años como día de descanso obligatorio por toma de posesión presidencial
Cuando Fernando Haddad asumió la candidatura presidencial del PT al reemplazar a su líder encarcelado, el ex alcalde de Sao Paulo escuchó una gran cantidad de pronunciaciones creativas de seguidores que nunca habían escuchado su nombre.
Sin embargo, los votantes sí entendieron lo que representaba el sustituto del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva al ocupar el centro de la escenario en las últimas semanas antes de las elecciones en Brasil.
Prometiendo hacer a Brasil “feliz de nuevo”, Haddad, de 55 años, apeló a la nostalgia de los brasileños de clase trabajadora cuyo nivel de vida mejoró considerablemente hace una década gracias a los programas sociales de Lula, en medio de un auge mundial de productos básicos.
Haddad, un profesor de Derecho de modales amables con un título en Economía y sólo una victoria electoral a su nombre, ha comenzado a trabajar para calmar a los inversionistas afectados por la ola de gastos públicos bajo la última sucesora de Lula, Dilma Rousseff, quien fue destituida en el 2016.
Haddad describe a Lula como un asesor clave, pero negó que desempeñe un papel en su gobierno si es elegido.