El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, admitió ayer ante un grupo de legisladores demócratas de origen hispano que muchas promesas de campaña del presidente Donald Trump fueron “desinformadas”, como el caso de los dreamers y el muro, del cual precisó que no habrá uno por el que México deba pagar, según informó The Washington Post.

“Una cosa es hacer campaña, otra cosas es gobernar. Es realmente duro”, citó el Post.

“Un muro de hormigón no es una solución realista en muchas partes”, reconoció Kelly, que antes de ser jefe de gabinete de Trump fue secretario de Seguridad Nacional, es decir, el responsable de la seguridad fronteriza.

“Un muro de concreto será bueno sólo en ciertos lugares”, dijo y agregó que no habrá un muro “por el que México pague”.

Posteriormente, en entrevista con Fox News, Kelly precisó que la administración buscará maneras para recobrar el gasto por la construcción de la valla fronteriza, entre la renegociación del TLCAN, algo que el presidente Trump ya había mencionado.

“De una forma u otra, es posible que podamos recuperar de México los gastos, pero no directamente de su gobierno”, explicó Kelly, citado por el Post.

Con Fox News reiteró que “ha habido un proceso de evolución por el que el presidente ha pasado”, en temas que van desde Afganistán hasta su promesa de levantar un muro en la frontera con México y los jóvenes DACA, y destacó que ese tipo de evolución es algo normal.

“Yo trabajé para lograr una extensión de seis meses para DACA”, aseguró Kelly a los legisladores.

El general se reunió ayer en el Capitolio con el Caucus Hispano del Congreso, un grupo de presión integrado por legisladores de origen latino, a propósito de la búsqueda de una solución para los beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), conocidos como dreamers, las decenas de miles de jóvenes a los que Barack Obama protegió de la deportación.

No sabemos lo que Trump quiere. La incapacidad de Donald Trump para decidir qué hacer con los dreamers es el principal obstáculo para dar una solución a los 690 mil jóvenes indocumentados afectados por la rescisión del programa DACA y que están en serio riesgo de deportación.

El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, confesó ayer podría haber avances para un acuerdo definitivo en esa materia “tan pronto como sepamos qué quiere” el presidente, dejando en manos de la Casa Blanca el siguiente paso para el principal tema de debate en Washington de este inicio de año.

“Estoy esperando por algo que el presidente Trump apoye y todavía no ha indicado qué medida está dispuesto a firmar”, explicó McConnell, por lo que deja en el aire y sin fecha prevista llevar a votación alguna de las propuestas bipartidistas para dar una respuesta a los soñadores, la mayoría mexicanos.

No se espera que Trump aclare su posición en materia migratoria de forma inmediata, y menos tras demostrar la facilidad con la que cuentan los congresistas del ala más dura contra la inmigración para manipularlo y hacer cambiar sus opiniones al respecto. Además, la volatilidad de sus peticiones y reclamos hace que cada vez menos congresistas confíen en su palabra, lo que dificulta aún más un posible acuerdo.

El presidente volvió a criticar la “horrible” propuesta que le presentaron seis senadores la semana pasada por ser “muy, muy débil” en seguridad fronteriza, básicamente porque no le daba 20 mil millones de dólares que solicita para el muro. Con información de agencias

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