El Tribunal Superior de Hong Kong revocó hoy las penas de prisión para los tres jóvenes activistas condenados por su destacado papel en las manifestaciones de 2014 , conocidas como “ Revolución de los Paraguas ”, aunque les pidió abstenerse de llevar a cabo futuros actos de protesta.

Un panel de cinco jueces anuló las sentencias de prisión emitidas por un tribunal contra Joshua Wong, Nathan Law y Alex Chow, propuestos por congresistas estadunidenses al Premio Nobel de la Paz.

Sin embargo, recordó que Hong Kong es una sociedad que se rige por el imperio de la ley y que "futuros criminales que se vean relacionados con manifestaciones ilegales que impliquen violencia" serán juzgados siguiendo directrices más estrictas establecidas por el Tribunal de Apelaciones.

A pesar de ser liberados, los tres líderes estudiantiles se mostraron pesimistas, pues temen que se podrá castigar a futuros manifestantes de manera injusta por desobediencia civil, incluso por cometer actos en defensa de los derechos y las libertades de Hong Kong.

“No es el momento para celebrar (...) Es una guerra a largo plazo por nosotros en el futuro”, dijo Joshua Wong. "Puede que más y más activistas sean encarcelados por esta sentencia tan dura... debemos insistir a la gente a que continúe luchando a favor de la democracia".

Los tres activistas fueron sentenciados por cargos de asamblea ilegal por irrumpir en el patio de la sede del gobierno en septiembre de 2014 para protestar por el plan de Pekín de restringir las elecciones, dando inicio al período políticamente más turbulento de Hong Kong en décadas.

La directora de Amnistía Internacional (AI) en Hong Kong, Mabel Au, destacó que el tribunal ha "corregido una injusticia", pero que "todos los procesos judiciales motivados políticamente que tengan como objetivo silenciar a aquellos que promueven la democracia en Hong Kong deben ser detenidos.

Además de Wong, Law y Chow, hay decenas de jóvenes activistas que luchan por la democracia que también han sido encarcelados o que tienen pendientes procedimientos judiciales que podrían acabar con sentencias de prisión por haberse manifestado a favor de los Derechos Humanos.

Las protestas de 2014 fueron el mayor desafío para Beijing, pues decenas de miles de manifestantes paralizaron durante más de dos meses barrios enteros de Hong Kong, que fue colonia británica hasta 1997, cuando fue entregada a China para convertirse en una región administrativa especial.

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