El jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Mohamad Ali Jafari, anunció ayer “el fin de la sedición” en Irán, en referencia a las protestas contra el sistema que dejaron 21 muertos y centenares de detenidos desde hace una semana, mientras que miles de personas salían a la calle en varias ciudades para expresar su apoyo al gobierno. Sin embargo, por la noche hubo de nuevo marchas opositoras. Mientras que Estados Unidos analiza imponer más sanciones al país.

La televisora en inglés Press TV emitió en vivo imágenes de las manifestaciones, diciendo que se celebraban para “protestar por la violencia que ha tenido lugar durante las últimas noches en las ciudades”.

Los participantes ondearon banderas iraníes y carteles en favor del gobierno. Según la televisora estatal, estos actos se repitieron en al menos 10 ciudades, incluyendo Ahvaz, la capital de la región petrolera de Khuzestan; en la localidad kurda de Kermanshah, y en Qom, la capital religiosa de los chiítas en Irán.

Las manifestaciones se produjeron después de que el líder supremo del país, el ayatolá Alí Khamenei, culpó el martes de las protestas a la intromisión de “enemigos de Irán”. En las manifestaciones también se escucharon consignas como “Abajo Estados Unidos”, “Abajo Arabia Saudita” y “Abajo Israel”, países a los que la cúpula iraní acusa de ser los instigadores de la ola de protestas que vive el país desde el pasado jueves.

La Guardia Revolucionaria, la unidad paramilitar que protege la Revolución Islámica, dio ayer por terminadas las protestas contra el gobierno. “Podemos decir que hoy [ayer] fue el final de la conspiración de 1396”, dijo el máximo comandante del cuerpo, Mohammed Ali Jafari, refiriéndose al año según el calendario iraní.

Los “enemigos del país” deben saber que este tipo de complots no volverán a funcionar, advirtió el comandante, quien dijo que en las protestas de los últimos días participaron entre mil 500 y 15 mil personas, algunas de las cuales se enfrentan a “castigos muy duros”. Restringir el acceso a las redes sociales ayudó a mitigar las protestas, añadió.

Según las redes sociales, en Teherán y otras ciudades se registraron de nuevo protestas contra el gobierno durante la noche del martes.

El presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo esperar que las manifestaciones que sacuden el país desde la semana pasada terminen “en unos días”, en una conversación telefónica con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, informó Turquía.

En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a arremeter contra el Ejecutivo. “Respeto por el pueblo de Irán que intenta retirar a su gobierno corrupto. Tendrán un gran apoyo de Estados Unidos en el momento adecuado”, escribió.

El mandatario declaró: “Ha llegado la hora del cambio” en Irán. En una alusión a la posibilidad de imponerle sanciones al país por violaciones de derechos humanos, Trump aseguró que Washington seguirá monitoreando la situación. En la ONU, la embajadora estadounidense Nikki Haley pidió una reunión del Consejo de Seguridad para debatir el tema de las protestas.

Las manifestaciones contra el Ejecutivo y el clero islámico comenzaron el jueves pasado. Al principio, las protestas se dirigían contra la carestía de la vida y la política exterior del gobierno. Pero rápidamente se convirtieron en manifestaciones contra el sistema político, donde el líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei, tiene la última palabra en muchos aspectos.

En las protestas hasta ahora había 21 muertos, la mayoría de ellos manifestantes. En todo el país habrían sido arrestadas más de un millar de personas, 450 de ellas en Teherán, según la agencia de noticias Ilna. Además, hay información sobre la liberación de algunos detenidos.

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