Maracay, Venezuela.— El gobierno venezolano tomó ayer el control de la planta de la filial local de la compañía estadounidense Kellogg’s y dijo que producirá manos de la “clase obrera”, tras la decisión de la firma de cesar operaciones por la crisis que enfrenta el país.

La paralización de la empresa de alimentos y la liquidación de los empleados fue rechazada por el presidente Nicolás Maduro, que consideró el hecho como “absolutamente inconstitucional e ilegal" y anunció durante un acto de campaña en el estado costero de Carabobo que la planta fue reabierta por las autoridades y entregada a los trabajadores para que mantengan la producción.

Ante miles de seguidores en la ciudad de Valencia (norte), Maduro denunció que el cierre busca “asustar al pueblo” en vísperas de los comicios del próximo domingo, cuyos resultados no reconocerán Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.

“¡Imperialistas, oligarcas, a este pueblo no lo asusta nadie! Este pueblo tiene un presidente y un gobierno que lo protege”, lanzó, y añadió que pedirá una orden de captura internacional contra los dueños y accionistas para que “paguen en los tribunales”.

La corporación, que tiene su sede en el estado de Michigan y cubre 50% del mercado venezolano, dijo en un comunicado que decidió paralizar las actividades de su filial venezolana, que tiene una planta en la ciudad central de Maracay en el estado de Aragua, ante el “deterioro económico y social” que enfrenta el país sudamericano. La medida afecta a cerca de unos 300 trabajadores que laboran en la compañía que operó en Venezuela por 57 años.

Como parte de la medida, Kellogg’s acordó suspender la comercialización de sus marcas de cereales. En el pasado, Venezuela llegó a ser para la corporación estadounidense el segundo mercado más importante en Latinoamérica después de México, indicó la compañía en su página de internet.

El cierre se suma al de otras multinacionales en los últimos años por la debacle del país petrolero, como las estadounidenses General Motors, Kimberly-Clark y Clorox. Otras, como Coca Cola y Colgate, han cesado temporalmente o recortado operaciones. Las multinacionales lidian con millones de dólares de pérdidas ante un caos económico en el cual la moneda local, el bolívar, se ha devaluado 95% desde febrero. La desbocada inflación alcanzó el mes pasado una tasa anualizada de 13 mil 776% de acuerdo con estimaciones de congresistas opositores.

En el antepenúltimo día de campaña, Maduro pidió a quienes se oponen a su gobierno que lo respalden en los comicios, argumentando que no los va “a defraudar”. La oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no presentó candidatos para la venidera contienda al considerar que no hay garantías ni condiciones y ha llamado a la abstención. Sin embargo, el candidato opositor Henri Falcón afirmó ayer que “quien llama a la abstención llama al triunfo de Maduro”.

El Parlamento, de mayoría opositora, llamó también a “no convalidar el fraude” que, dijo, son las elecciones, y denunció que varios diputados y representantes de la prensa fueron agredidos por miembsor de la Guardia Nacional Bolivariana que se negaron a permitir el acceso a la prensa a la sede legislativa.

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