Quince años después de haber abandonado el poder en Malasia, Mahathir Mohamad podría convertirse en el primer ministro más anciano del mundo, tras haber resultado ganador, a sus 92 años, en las legislativas de este miércoles frente al actual mandatario, Najib Razak.

Según la Comisión Electoral, la coalición Pakatan Harapan (Pacto de Esperanza), junto con un pequeño partido aliado en el estado de Borneo, logró 115 escaños, una mayoría simple en el Parlamento (222), venciendo a la coalición oficialista de Najib.

El exmédico dio sus primeros pasos en política en 1964 y dirigió el país del sureste asiático con mano dura durante 22 años, de 1981 a 2003. Regresó a la primera fila de la escena política para intentar expulsar a Najib, otrora protegido suyo y sumido en un escándalo de malversación de varios miles de millones de euros en detrimento del fondo soberano 1MDB, creado cuando llegó al poder en 2009 para modernizar el país.

El cambio de rumbo de Mahathir era impensable hace tan solo unos años. Pero el nonagenario, desbordado por el caso 1MDB y la actuación de Najib, acusado por sus detractores de querer tapar el escándalo, se pasó a las filas de la oposición. Llegó incluso a aliarse con partidos que prohibió cuando estaba en el poder, retomando los mandos de la formación que dirigió durante un tiempo.

Si bien algunos consideran a Mahathir como el padre fundador de la Malasia moderna y le atribuyen el mérito de haber desarrollado el país, relativamente rico, otros lo acusan de haber encarcelado a opositores y de haber atizado las tensiones étnicas en el país.

Mahathir se dio a conocer por los mordaces ataques contra sus enemigos, denunciando el neocolonialismo occidental. Trató a los europeos de tacaños y los acusó de prácticas sexuales aberrantes.

La coalición de la oposición El Pacto de Esperanza apostó por los vínculos entre Mahathir con los malasios étnicos de los medios rurales para hacer de él el mejor activo en las legislativas del miércoles.

El nonagenario atrajo hacia la oposición a electores malasios en general favorables a las formaciones de la coalición oficialista Barisan Nasional (Frente Nacional, BN), que se añadieron a los apoyos tradicionales de la oposición, los electores de las ciudades y de las minorías, especialmente la china, que representa a cerca de un cuarto de la población.

Durante la campaña, participó en numerosos mítines electorales en el país, criticando a Najib por su mala gestión de la economía y el escándalo 1MDB.

"El mayor error de mi vida fue haber elegido a Najib" para que se convirtiera en primer ministro, lanzó Mahathir frente a sus seguidores, agregando: "quiero corregir ese error".

Lo más llamativo de la vuelta de Mahathir es su reconciliación con antaño archienemigo Anwar Ibrahim.

Este último fue la mano derecha de Mahathir cuando este era primer ministro, pero en 1998 fue destituido a causa de divergencias políticas. Tras haberse incorporado a la oposición, Anwar fue condenado y encarcelado al término de un controvertido proceso por sodomía y corrupción. El opositor fue condenado de nuevo en 2015, durante el mandato de Najib, a cinco años de prisión por sodomía, en virtud de un juicio tan polémico como el anterior.

En campaña, Mahathir prometió que si resultaba ganador le cedería el puesto a Anwar cuando este fuera liberado.

Google News

Más Información

Noticias según tus intereses