Estambul.— El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, apeló ayer al nacionalismo y a viejas glorias bélicas otomanas al celebrar la toma de la ciudad siria de Afrin, que estaba en manos de milicias kurdosirias aliadas de Estados Unidos y que el gobierno de Ankara considera terroristas.

La conquista de la ciudad de Afrin, la mayor del cantón del mismo nombre en el noroeste de Siria, coincidió con el aniversario de la batalla de Galípoli en 1915, durante la I Guerra Mundial.

Erdogan anunció que las tropas turcas, apoyadas por combatientes sirios aliados, habían conquistado la ciudad de Afrin tras dos meses de bombardeos y combates.

La operación Rama de Olivo, lanzada el 20 de enero pasado, tenía como objetivo expulsar del cantón de Afrin a las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG), que dominaban este territorio de unos 2 mil kilómetros cuadrados en el extremo noroeste de Siria desde el inicio de la guerra civil.

Ankara considera las YPG una organización terrorista debido a sus vínculos con el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.

En un discurso, transmitido por la cadena NTV, Erdogan asemejó la toma de Afrin a la victoria de las tropas turcas que defendían la vía marítima de los Dardanelos contra los navíos de británicos y franceses en 1915.

“Ayer dimos una lección en Çanakkale a quienes querían aplastarnos, hoy haremos lo mismo a quienes intentan establecer un estado terrorista a lo largo de nuestras fronteras para atentar contra nuestra estabilidad y nuestro futuro”, dijo el presidente.

“Desde luego, la dimensión de la lucha en Çanakkale no se puede comparar con nuestras operaciones fuera de nuestras fronteras, pero el objetivo es el mismo, el espíritu es el mismo, la fe es la misma”, dijo Erdogan.

Relacionó así la victoria en Afrin con las batallas de inicios del siglo XX para frenar la desaparición total del Imperio Otomano, y que dieron lugar en 1923 al establecimiento de la moderna República de Turquía, insinuando que la conquista de una franja de Siria previene ataques futuros.

“Como otomanos éramos un estado de 18 millones de kilómetros cuadrados. Nos redujeron, nos redujeron, y en 1900 teníamos 5 millones de kilómetros cuadrados. Ahora hemos caído hasta los 780 mil kilómetros cuadrados. Y ya no nos van a dividir más, no nos arrebatarán nada más”, prometió el jefe de Estado, entre aplausos.

Además equiparó las victorias de Galípoli y Afrin con la resistencia contra el golpe de Estado de julio de 2016, que Ankara atribuye al predicador exiliado Fethullah Gülen y su cofradía, denominada Estado paralelo por el hábito de sus miembros de ocupar puestos clave en Administración y Judicatura.

“Ya no está el PKK, ya no está el Estado paralelo, ya no hay nadie. Dijimos que íbamos a entrar en sus cavernas y han escapado buscando agujeros. Han huido a Siria. Los hemos perseguido. Y hasta hoy hemos neutralizado a 3 mil 603 terroristas”, agregó Erdogan, en referencia a la cifra de combatientes enemigos abatidos, heridos o capturados durante la campaña de Afrin, según los datos del Ejército turco.

En las filas turcas murieron 46 soldados, de acuerdo con las cifras difundidas por la cúpula militar.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, sin embargo, asegura que han muerto 78 militares turcos, amén de más de 400 combatientes sirios aliados con Ankara y 289 civiles.

Presidente sirio visita Guta Oriental. El presidente sirio Bashar al-Assad visitó ayer posiciones del Ejército en Guta Oriental, cerca de la capital siria de Damasco, informó la cuenta del mandatario en la aplicación de mensajería Telegram.

“En la línea de fuego en Guta Oriental (...) el presidente Al-Assad con héroes del ejército Árabe Sirio”, señaló un breve texto enviado junto a fotografías del presidente reunido con un grupo de hombres en uniformes militares.

Las fotografías fueron tomadas en una calle donde se veían algunos edificios dañados y un par de tanques estacionados.

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