Los peruanos amanecieron el día de Navidad protestando tras el anuncio de que el ex presidente Alberto Fujimori, preso por violaciones a los derechos humanos, fue indultado el domingo por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Miles se manifestaron ayer en las principales ciudades de Perú para protestar por el indulto. La marcha más grande, en la que participaron unas 6 mil personas, se celebró en Lima y terminó con al menos un detenido por la policía, cuando los agentes intentaron dispersar la movilización con gases lacrimógenos, a pesar de que era una protesta pacífica.

La concentración quiso dirigirse hacia el Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo peruano, o a la clínica donde permanece hospitalizado Fujimori, pero terminó ante el Palacio de Justicia frente a la negativa de las autoridades de permitir la marcha a dichos lugares.

Los manifestantes reclamaron anular el indulto al considerar que favorece la impunidad, pues Fujimori fue condenado en 2009 como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas a cargo del grupo militar encubierto Colina, también se le responsabiliza de los secuestros de un periodista y un empresario en 1992.

“La Navidad es de por sí una fiesta difícil para nosotros, porque no la podemos pasar con los familiares que perdimos, y tener que escuchar este regalo que Kuczynski le da a Fujimori, nos duele”, comentó Gisela Ortiz, hermana de una de las víctimas de Barrios Altos.

Posible favor político. Kuczynski firmó el indulto sólo tres días después de salvar su cargo en la votación del Congreso gracias a la abstención de 10 fujimoristas liderados por Kenji Fujimori, hijo menor del ex mandatario, quien anteriormente había pedido al presidente indultar a su padre, el cual está sustentado por razones humanitarias, al considerarse que Fujimori, de 79 años, padece una enfermedad no terminal grave, degenerativa, progresiva e incurable, cuyas condiciones se agudizan en prisión.

Según el informe de la junta médica que recomendó el indulto, Fujimori padece fibrilación auricular paroxística, hipertensión, insuficiencia mitral, cáncer de lengua del que ha sido operado en seis ocasiones y una hernia lumbar.

Fujimori se encuentra actualmente en una clínica de Lima, donde ayer recibió la noticia del indulto acompañado de sus hijos, tras haber sido trasladado el viernes desde la prisión donde cumplía su condena, y a la que ya no volverá.

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