Madrid . La muerte de un vendedor ambulante senegalés desató una noche de disturbios el jueves en Madrid , seguida este viernes de protestas contra el racismo.

Mame Mbaye, un hombre de 35 años que vendía ropa en la calle, murió de un paro cardíaco en Lavapiés, un céntrico barrio de la capital española conocido por su multiculturalismo y su activismo político de izquierdas.

Minutos antes de su fallecimiento, Mbaye y otros vendedores ambulantes africanos (llamados “manteros ” porque exponen sus productos en las banquetas sobre mantas que recogen para huir de la policía) fueron perseguidos por agentes de la policía local.

Según la versión oficial, con la que coinciden varios testigos, la policía no estaba persiguiendo ya a Mbaye cuando éste sufrió una parada cardiorespiratoria mientras caminaba por la calle. Un agente intentó reanimarlo y llamó a una ambulancia.

Los compañeros de Mbaye aseguran que la policía no les dejó intervenir para ayudarlo, y que ésa fue la causa del fallecimiento. La frustración que ocasionó el episodio se volvió en rabia contra los policías y comenzó una fuerte discusión. A ella se unieron vecinos que, en la versión policial, eran “militantes radicales” de extrema izquierda que incendiaron contenedores para expulsar a los agentes del barrio.

Policías nacionales tomaron las calles con escudos, escopetas de balas de goma y macanas, y la noche del jueves terminó en una batalla campal, con decenas de comercios y viviendas afectados. Fueron detenidos seis ciudadanos españoles por agresiones, pero algunos vecinos grabaron también con sus teléfonos a policías que agredieron a manifestantes desarmados.

La tensión tuvo una prolongación ayer, cuando los senegaleses del barrio se reunieron para protestar por la muerte de Mbaye, el racismo y el hostigamiento policial. Los “manteros” africanos suelen vivir hacinados por decenas en casas minúsculas y a menudo son explotados por las mafias que los introducen en España. Cada vez que la policía les requisa las mercancías, principalmente ropa de marca falsificada, deben pagar su importe a las mafias.

Durante la protesta de senegaleses, el embajador de ese país, Mouctar Belal, intentó apoyar a sus conciudadanos, pero sólo consiguió provocar su ira y necesitó ser rescatado por la policía.

Numerosas protestas de vecinos se sucedieron durante toda la tarde, en apoyo de Mbaye y contra el “racismo institucional”. Los problemas raciales en Lavapiés son un problema frecuente, con eventuales picos de violencia. El más importante fue en 2012, cuando la comunidad inmigrante protagonizó varios días de conflictos al sentirse acosada por la policía.

Los líderes del Partido Socialista, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias, exigieron “explicaciones inmediatas” por el fallecimiento. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (Podemos) interrumpió un viaje a París y anunció una investigación para determinar si hubo abusos.

Esto generó el descontento de los sindicatos policiales, que protestaron por la falta de apoyo del Ayuntamiento. Los conservadores Partido Popular y Ciudadanos también arremetieron contra Carmena, acusándola de no apoyar a las fuerzas de seguridad y de “sembrar el caldo de cultivo” de los disturbios en un barrio en el que tiene gran apoyo electoral.

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