Michael Cohen

, abogado y “hombre-para-todo” del presidente de Estados Unidos , Donald Trump , es investigado por delitos criminales relacionados con sus negocios personales desde hace meses, confirmó este viernes el Departamento de Justicia de EU.

La confirmación explica que esta semana agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) allanaron la casa, la oficina y una habitación de hotel relacionados con Cohen, donde buscaron, entre otras, pruebas del supuesto pago de 130 mil dólares que realizó a pocos días de las elecciones de 2016 a la actriz porno Stormy Daniels para callar una infidelidad de Trump.

Entre los documentos incautados podrían haber pruebas de un pago por 1.6 millones de dólares que habría hecho a nombre de Elliot Broidy —un alto cargo en la donación y recaudación para el Partido Republicano y que estaba en ese puesto durante la campaña de Trump— para ocultar que embarazó a una chica Playboy.

Después de que ayer The Wall Street Journal destapara el escándalo, Broidy se vio obligado a dimitir de su cargo en el Comité Nacional Republicano (RNC).

La Casa Blanca se desmarcó rápidamente del asunto y lanzó balones fuera. La portavoz presidencial, Sarah Sanders, no pudo confirmar si Cohen sigue siendo abogado del presidente.

Lo que sí hizo fue criticar, y duramente, al ex director del FBI, James Comey, quien en un libro que se publicará el martes se dedica a dañar la imagen de Trump tildándolo de mafioso y mentiroso, y abriendo la puerta a que el famoso dossier con información comprometedora sobre el magnate, incluyendo prostitutas y actos lascivos, pudiera ser cierto.

Antes de Sanders, Trump no se frenó en Twitter para acusar a Comey de “soplón”, “mentiroso” y “embaucador que como el tiempo ha demostrado fue un terrible director del FBI”.

En el enfrentamiento de Trump con las agencias de inteligencia, el presidente recibió un espaldarazo con la publicación del informe que le permitió despedir al número dos de Comey, Andrew McCabe, dos días antes de que pudiera jubilarse con pensión completa.

El investigador general del Departamento de Justicia confirmó que McCabe autorizó de forma equivocada la filtración de información a la prensa y engañó a sus superiores sobre ese tema. “Mintió, mintió, mintió! McCabe estaba totalmente controlado por Comey!”, dijo Trump en un tuit.

La pelea del presidente con el FBI, al mando de la investigación de la trama rusa de injerencia en las elecciones y la posible colusión con la campaña de Trump, está cercando cada vez más al entorno del magnate.

Casualidad o no, Trump otorgó ayer el perdón presidencial a Lewis Libby, ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney durante el mandato de George W. Bush. Él cumplía condena por perjurio y obstrucción de justicia, y Trump le perdonó “a pesar de no conocerlo” y sólo por “haber oído que fue tratado injustamente”.

ml

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