Río de Janeiro.— El ultraderechista Jair Bolsonaro volvió a crecer en la intención de voto en la recta final de la campaña para las elecciones presidenciales de Brasil y alcanzó 35% de las preferencias, según el último sondeo publicado ayer.

De este modo, Bolsonaro le saca 13 puntos de ventaja al izquierdista Fernando Haddad, quien obtuvo 22% de los apoyos en el estudio de la encuestadora Datafolha.

El sondeo confirmó la creciente polarización en los días finales de campaña, así como la tendencia al alza de la candidatura de Bolsonaro, que sumó apoyos pese a las fuertes protestas contra él organizadas el fin de semana. Un 45% de los brasileños declaró que no votaría de ninguna manera por Bolsonaro, mientras que 40% rechazó a Haddad.

Siete candidatos participaron anoche en el último debate con miras a la primera vuelta de las presidenciales, que tendrán lugar este domingo. Los ataques se centraron no sólo en el ultraderechista, quien no acudió al evento, sino en Haddad, de quien sus rivales dijeron que sólo es la sombra del verdadero contendiente, el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien por estar preso no pudo competir. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), normalmente mesurado, asumió un tono más agresivo y criticó varias de las propuestas del equipo de Bolsonaro, como la de crear nuevos impuestos.

“Creo que el presidente que sea elegido en estas circunstancias no va a gobernar. Tendremos otra destitución”, afirmó el laborista Ciro Gomes al referirse a la actual división del país y al recordar que lo mismo ocurrió en 2014, cuando Dilma Rousseff (PT) se impuso por poco margen en las elecciones con un país igualmente polarizado y terminó destituida por el Congreso.

“Si permanece ese ambiente de miedo a Bolsonaro, de miedo a Ha-ddad, de rabia de uno u otro, Brasil vivirá los próximos cuatro años una situación de completa inestabilidad económica, política y social”, afirmó la ecologista Marina Silva.

Bolsonaro concedió una entrevista a la cadena record que fue transmitida vía Facebook, en el mismo horario del debate. El candidato del Partido Social Liberal (PSL) cargó con fuerza contra el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y por el que compite Haddad. “La corrupción está incrustada en el PT. El PT no funcionó. Es un partido que traicionó a los trabajadores. Tiene un proyecto de poder”, dijo.

“Fantoche de un preso”. Bolsonaro, quien no oculta su admiración por la dictadura brasileña (1964-1985), atacó al PT por su cercanía con la Venezuela de Nicolás Maduro, en la entrevista concedida en su casa en Río. “Hasta hoy, el PT defiende el régimen de Maduro, como defendía al de (el fallecido Hugo) Chávez. Debemos aislar a Venezuela. No podemos admitir esa ideología en Brasil. Será el final de nuestra patria si el PT consigue llegar al poder”, abundó, y trató a Haddad de “fantoche de un presidiario”.

El ex militar de 63 años, criticado por su discurso populista y por sus comentarios misóginos y racistas, empezó a subir en las encuestas tras ser víctima de una puñalada durante un mitin a comienzos de septiembre.

Haddad fue designado en septiembre como candidato del PT en sustitución de Lula, inhabilitado para postular porque cumple una condena a 12 años de cárcel por cargos de corrupción. Haddad consiguió atraer a muchos de los votantes del ex mandatario, muy popular entre las clases muy pobres, pero al mismo tiempo creció el repudio a su candidatura.

Analistas consideran que el fuerte rechazo de muchos electores al PT, implicado en varios de los escándalos de corrupción de los últimos años, impulsó a Bolsonaro. Se espera que la elección se resuelva en una segunda vuelta el 28 de octubre entre éste y Haddad. Los sondeos hablan de un empate técnico.

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