Las autoridades y alumnos del colegio en el que estudiaron las cinco víctimas argentinas del ataque en Nueva York manifestaron el miércoles su profundo dolor y destacaron el compañerismo que unía a los fallecidos, que planearon largamente el viaje que segó sus vidas.

Los cinco hombres que perecieron en el atentado celebraban el trigésimo aniversario de su graduación de la secundaria en Nueva York. Un terrorista a bordo de una camioneta los arrolló la víspera mientras paseaban en bicicleta por la zona sur de Manhattan.

El presidente argentino Mauricio Macri pidió hoy el compromiso de todos para luchar contra el terrorismo, luego del ataque en Nueva York que dejó cinco muertos del país sudamericano.

"Todos tenemos que estar comprometidos de pie a cabeza en la lucha contra el terrorismo", señaló el mandatario durante un evento en Buenos Aires.

Un hombre que manejaba una camioneta alquilada arrolló a peatones y ciclistas en Nueva York el martes y mató a ocho personas, entre las que se encontraban cinco ciudadanos argentinos, en lo que autoridades estadounidenses calificaron como un acto de terrorismo.

"Es un golpe muy duro. Nadie se lo merece", dijo el miércoles a The Associated Press Agustín Riccardi, alumno de sexto año y presidente del centro estudiantes del Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario, ciudad situada a unos 300 kilómetros al norte de Buenos Aires.

"Nos duele mucho pensar que es gente que caminó los mismos pasillos que nosotros", agregó el estudiante, atravesado por el dolor como otros muchos que se han sumado a los homenajes dedicados a las víctimas.

En tanto Fabricio Castillo, también alumno del sexto año, dijo que los miembros del centro educativo están “en shock y dolidos”.

“Estamos alarmados porque se está poniendo complicada la cosa en el mundo y la cercanía con los fallecidos nos da la sensación de que esto le puede pasar a cualquiera de nosotros”, afirmó.

La hermandad impera en ese exigente centro preuniversitario situado en el centro de Rosario y que ocupa toda una manzana, a cuyos egresados se los considera de muy alto nivel intelectual.

Alicia Oliva, vicedirectora del instituto, destacó a AP "los vínculos sumamente profundos" que se crean entre los exalumnos y que “sobreviven con el tiempo”.

Olivera señaló que no pudieron contactar a las familias de las víctimas.

Los más de 1.300 alumnos del centro que en Rosario es conocido como “el Poli” fueron convocados a primera hora del día en el patio central de la escuela para un homenaje a los fallecidos. La bandera argentina ondeará a media asta en el patio toda la semana.

La cancillería identificó a los cinco fallecidos como Ariel Erlij, Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco y Hernán Ferruchi. Agregó que el compañero Martín Ludovico Marro, que reside en la zona de Boston, se recuperaba en el Presbyterian Hospital de Manhattan.

Los fallecidos integraban un grupo de 10 amigos que habían viajado a Nueva York, cinco sobrevivieron al atentado.

Cecilia Piedrabuena, esposa del arquitecto Ariel Benvenuto -uno de los sobrevivientes y socio fundador con Mendoza del estudio Amascuatro- dijo a AP que la camioneta “pasó a más de 140 kilómetros por hora... él pudo esquivar que lo atropellara”.

“Hace seis meses que planeaban el viaje. Se ayudaron entre todos para costear el pasaje”, indicó la mujer, a quien su marido llamó “desesperado” desde el lugar porque un policía le prestó el teléfono.

Piedrabuena también contó a medios de prensa que los amigos “iban en filitas de a dos, charlando, muertos de risa, disfrutando” y que su esposo era el último del grupo de ciclistas.

Estanislao Beas y su esposa conocían desde hace años a Mendoza.

“Él fue el arquitecto de nuestra casa... Hicimos un vínculo muy estrecho. Es increíble que le haya pasado esto, que haya estado justo ahí en ese momento. Hernán era un excelente profesional, pero sobre todo una excelente persona”, afirmó Beas a AP.

La municipalidad de Rosario declaró tres días de duelo.

Las autoridades de la provincia de Santa Fe, donde se encuentra Rosario, señalaron que los fallecidos eran profesionales "muy conocidos" y que procederán a realizar los trámites para repatriar los cuerpos.

Marro trabaja para Novartis Institutes for BioMedical Research.

El presidente Mauricio Macri expresó su dolor a la salida de un acto público. “Todos quedamos muy golpeados cuando nos enteramos que cinco de los ocho muertos eran rosarinos llenos de entusiasmo que fueron a hacer gala de una de las cosas más lindas que tenemos los argentinos, que es la amistad”, dijo Macri a periodistas.

Agregó que “no hay lugar para tibios” en el combate al terrorismo y que la violencia “no puede seguir, queremos vivir en un mundo donde reine la paz”.

El viaje había sido financiado por Erlij, director ejecutivo de Ivanar, una compañía argentina de productos de acero.

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