El orgullo de los hinchas argentinos por ver al fin a Lionel Messi en modo de líder carismático desató furor comercial por venta de productos con una frase pendenciera suya tras vencer a Países Bajos (4-3 en penales) en cuartos de final del .

"¿Qué mirás, bobo? Andá p'allá" , le disparó el capitán albiceleste a Wout Weghorst , autor de los goles para el empate (2-2) en los tiempos reglamentario y suplementario, en definición para el infarto.

"Me pareció genial la frase. Tan inocente, tan tierna comparada con la del mundo del deporte. Él es supereducado . Les compré con la leyenda remeras (playeras) a mis tres nietos varones, locos por el Mundial", dijo a la AFP Graciela Schettino , jubilada de 67 años.

Comerciantes en internet, más rápidos que delantero enfilando hacia el arco, no perdieron ni un minuto. Lanzaron al mercado playeras, tazas de café o banderines .

"Hicimos las prendas enseguida. Se terminó viralizando la frase porque en otra etapa Messi tenía perfil bajo, tranquilo. Pero la gente quería que tuviera ese picante de Diego (Maradona). Nos encanta que sea maradoneano", dijo a la misma agencia el diseñador de indumentaria Tony Molfese , de 31 años.

Las tazas empezaron a ser ofrecidas desde 1.600 pesos argentinos (unos 9 dólares ), playeras a 2.900 pesos ( 16 dólares ) y gorritas por 3.900 ( 22 dólares ).

La frase, fuera de Argentina, merece por lo menos una explicación . Aquel "¿Qué mirás, bobo?" es sumamente moderado para la jerga común del argentino. Lo que se usa es: " ¿Qué mirás, pelotudo (estúpido)? ".

Pero fue motivo de risa y celebración entre los hinchas. Ya no existe aquel muchacho calladito , de hablar tímido y cuidadoso.

En la memoria colectiva, están imborrables las formas escatológicas o ingeniosas que el fallecido Maradona usaba contra personajes del poder, sea un presidente de la FIFA, de Estados Unidos o un Sumo Pontífice.

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