Sheinbaum, ¿damnificada del sismo?

El terremoto del pasado 19 de septiembre no sólo sacudió a la Ciudad sino también el tablero político de cara a 2018, en el que una de las más afectadas, inicialmente, es la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, pues el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen en su demarcación le provocó serios daños estructurales en sus aspiraciones por la jefatura de Gobierno de la capital del país, ya que está siendo señalada como una de las principales responsables, al grado de que se presentaron denuncias penales en su contra por omisión y homicidio culposo, más lo que resulte. Lo preocupante para la morenista es que las riendas de las dependencias encargadas de resolver el asunto están en manos de sus contrincantes, quienes seguramente le harán padecer las réplicas del caso.

La precauciones de Mancera

En el Gobierno de la Ciudad, nos dicen, tienen claro que de las crisis siempre resultan oportunidades y más aún cuando se tiene en puerta el proceso electoral. Las primeras horas después del sismo muchos cuestionaron que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, no saliera a las calles para constatar en persona los daños en la Ciudad; sin embargo, al interior de la administración local aseguran que nunca hubo ausencia de gobierno, que en todo momento don Miguel estuvo en contacto con sus gobernados vía los medios de comunicación, mientras mantenía el control de la emergencia y el apoyo a los damnificados. Más vale, aseguran, prevenir y actuar con estrategia para no tropezarse como el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien ha sido severamente criticado por su actuación ante la tragedia. Ahora, nos dicen, caminará por las dos vías: en la reconstrucción de la Ciudad y la consolidación de la candidatura

Magistrado prevenido vale por dos

Ante la controversia que se generó por los dictámenes sobre el supuesto buen estado en que se encuentran los inmuebles del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, quien no le jugó al vivo fue el magistrado Lázaro Tenorio, pues nos dicen que en su oficina de la Primera Sala de lo Familiar despachaba con casco y un silbato, por aquello de que los sismos no avisan y hombre prevenido vale por dos. Pero además en las oficinas de los juzgados ya colocaron avisos para que las personas que deban acudir por alguna diligencia no lleven “invitados” y que nada más podrán estar ellos, acompañados de un abogado; es decir, no quieren más aglomeraciones.

Al rescate de las iglesias

En el Estado de México también causó estragos el pasado temblor, donde además de las miles de viviendas cerca de 200 iglesias y templos resultaron dañados. Menudo reto por delante tiene el gobernador Alfredo del Mazo para llevar a cabo el proceso de restauración de inmuebles que datan de los siglos XVI, XVII y XVII, en el que de principio, nos dicen, se buscará una estrecha coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como de especialistas en la materia para su recuperación. Por lo pronto son 80 edificios religiosos los que requieren una intervención inmediata.

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