emilio.fernandez@eluniversal.com.mx

Ecatepec, Méx.— Sin el apoyo de la Secretaría de Movilidad mexiquense, una ruta que ofrece el servicio en el área Ecatepec-Tecámac-Zumpango, logró conectar sus unidades al C5 para que sean monitoreadas en caso de que el conductor o los usuarios sean víctimas de algún delito.

Hasta ahora, dijo el representante legal —quien pidió no revelar su identidad— son 50 vehículos de 10 mil los que han sido enlazados al centro de mando del gobierno del Estado de México, pero advirtió que si 30 o 40 conductores oprimieran al mismo tiempo el botón de pánico con el que cuentan los vehículos, la Policía Estatal no tendrá capacidad de respuesta para atender la emergencia.

“Vamos a poner a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades, sobre todo de las estatales, para saber de cuántos policías disponen por ciudadano a la hora de que se accionen los botones de pánico, sobre todo a la hora de mayor actividad”, dijo.

El dirigente criticó a las autoridades mexiquenses, porque “se han presentado asaltos, intentos de extorsión a bordo de las unidades y los choferes y los usuarios no son auxiliados porque nadie se entera de lo que ocurre a bordo, lo que es una política fallida de la Secretaría de Movilidad, principalmente”, denunció.

Los concesionarios buscaron a funcionarios a cargo del C5 para que las unidades se enlacen en tiempo real a la red de monitoreo estatal y por lo menos se active la alerta si es que se activa el botón de pánico.

El titular de la Secretaría de Movilidad, Raymundo Martínez Carbajal, ha ofrecido a los transportistas que las unidades que cuentan con la nueva tecnología serán conectados al C5 para garantizar la seguridad del chofer y de los pasajeros.

Esa línea de transporte que ha iniciado la conexión de sus vehículos al centro de mando es una de las que se niegan a “pagar” al crimen organizado. Señalan que son presionados para que cumplan con las exigencias con la quema de unidades.

De marzo a la fecha han contabilizado 14 ataques de supuestos miembros de las organizaciones delictivas que exigen diferentes cantidades de dinero para que los dejen trabajar y no les hagan daño.

Uno de los operadores de esa línea fue asesinado y otro más privado de su libertad porque aparentemente se negaron a pagar “renta”.

Representantes de la empresa reiteraron que no entregarán dinero a los presuntos delincuentes, prefieren dejar de operar que someterse a las exigencias de los extorsionadores.

Otros líderes del transporte mexiquense estiman que 80% de las rutas en la entidad están “renteadas”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses