Resguardan Santa Lucía 27 binomios caninos

Tecámac, Méx.— Veintisiete perros entrenados resguardan y vigilan los ingresos a la Base Aérea de Santa Lucía, donde se construye el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Los canes —que provienen del Centro de Reproducción Canina del Ejército y Fuerza Aérea, ubicado en San Miguel de los Jagüeyes, municipio de Huehuetoca— son adiestrados a diario en varias especialidades.

“Estos perros que tenemos aquí se entrenan en tres especialidades diferentes: búsqueda y localización de explosivos, búsqueda y localización de enervantes y guardia y protección” , dijo Leslie Yucari Juárez Valle, sargento segundo.

Todos los perros que conforman este cuerpo de seguridad son pastor alemán y pastor belga malinois, por sus características físicas y habilidades que desarrollan a lo largo de su entrenamiento, el cual inicia a una temprana edad.

“Las razas pastor belga malinois y pastor alemán fueron escogidas por su apariencia física y anatómica, (...) tienen un poco más de habilidad debido a su cuerpo, que es un poco más delgado (...), tienen más destreza para moverse”, precisó. Cuando cumplen el año de vida inicia su adiestramiento en las tres modalidades en las que se especializan.

“Los nombres que reciben nuestros canes no son muy peculiares. Tenemos, por ejemplo, a Tobillo, Sarcasmo, Tonalidad, a Abordaje, Trono... son diferentes los nombres”.

Estos binomios tienen atención y alimentación especializada durante todo su servicio y, al cumplir entre 10 y 12 años, vuelven al Centro de Reproducción Canina del Ejército y Fuerza Aérea, donde pasan sus últimos días, mientras reciben todo el cariño y mimos de sus entrenadores, con quienes desarrollan un vínculo.

Estos canes son empleados para las necesidades de seguridad de las instalaciones militares de la Base Aérea de Santa Lucía.

Los animales son entrenados durante 20 minutos y descansan una hora. Por el entrenamiento constante que han recibido, los perros ya han detectado enervantes, una de las tareas en las que son adiestrados.

“Somos binomios, a cada entrenador se le da un can con el cual tiene que hacer un vínculo realmente fuerte (...). Logramos un buen adiestramiento con base en ese vínculo”.