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El padre de Marco Antonio Sánchez denunció que las autoridades no le han permitido a él y a su esposa tener acceso libre a los resultados de los estudios médicos realizados al joven. A pesar de que el menor sigue en estado crítico, ya ha dado muestras de afecto a su familia.
A casi una semana de que el estudiante de 17 años, Marco Antonio Sánchez, fue localizado por policías ministeriales en el Estado de México, su familia explicó que las autoridades se desligaron de la atención médica del joven, incluso desconocen su estado de salud.
Uno de los argumentos de los médicos para no dar un diagnóstico oficial es que es preferible analizar todos los resultados para hacer una evaluación certera sobre el estado de salud del joven; sin embargo, a la familia no se le han entregado copias de los estudios que le han realizado.
Si quisieran, los padres podrían consultar con un médico privado cuál es la valoración de Marco Antonio pero “ha sido una dificultad para acceder a los expedientes; las diversas carpetas han estado en distintas partes... El documento clínico resulta verdaderamente difícil de entender de la resistencia para que la familia tenga copia de los estudios y los resultados”, dijo Margarita Griesbach, directora de la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia A.C, quien acompaña a la familia de Marco en el proceso.
El padre de Marco Antonio informó que una vez que el menor fue hospitalizado y después de una valoración médica inicial, las autoridades no ofrecieron mayor atención por lo que exige que se hagan responsables de los trámites siguientes.
“Es obligación de [las autoridades] responder a la necesidad, tanto de su mamá como mía, que necesitamos que nos lo entreguen, como decía yo, si sano se lo llevaron, sano nos lo tienen que entregar”, destacó.
La mañana de este viernes Marco Antonio fue sometido a una tomografía que se añadiría a su expediente clínico. Desde que fue encontrado en el Estado de México y hospitalizado, se le han realizado análisis de sangre, orina y tomografías.
“Cuando llegué tenía la valoración de encefalitis, también dicen que podría ser por deshidratación. Por medio de su mamá exigimos que nos den toda la documentación que se tenga”, explicó Griesbach.
En el tiempo que ha estado con él, su padre ha tenido tiempo de observar con detenimiento las lesiones que presenta su hijo. Explicó que tiene un golpe en el rostro, al parecer por el cabezazo que presuntamente le dio uno de los policías que lo detuvo en Azcapotzalco.
“Ya estoy más cercano a él. Siente uno feo pero le di un beso, él me dio otro. Los mismos doctores vieron su reacción, vieron cómo nos abrazamos y nos besamos. Ahora que he estado cerca de él vi el golpe del cabezazo que le dieron. Le he sobado sus piernas, se ha relajado y ha estado durmiendo. Le inquieta que al lado están los bebés y todos los que llegan. Se altera”, contó su padre.
Además de exigir se dé seguimiento a la hospitalización de su hijo, el padre de Marco Antonio exige que las investigaciones sobre el caso continúen, porque así se sabría qué fue lo que pasó después de que su hijo fue detenido el 23 de enero en la delegación Azcapotzalco.