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juan.barrera@eluniversal.com.mx
“Estamos elaborando una catrina monumental. Este año decidimos hacerla con un farol, aquí se acostumbran los farolitos, le vamos a poner uno en la mano, va iluminado y cambia de colores. La catrina va a medir aproximadamente nueve metros y medio”, adelantó Amauri Sanabria Urbán, artesano cartonero del municipio.
El integrante del colectivo Artsumex, junto con 30 personas, elaboró la catrina que será colocada a un lado del kiosco municipal durante la celebración del Día de Muertos.
El 27 de octubre inicia la octava edición del Festival Calaveras y Muertitos, organizado por el ayuntamiento de Tultepec, cuyo objetivo es rescatar las tradiciones mexicanas y contrarrestar costumbres o festejos extranjeros.
Marco Antonio Cruz Cruz, coordinador del festival, dijo que la idea es dar a conocer lo que Tultepec hace, su pirotecnia, los farolitos, su música y su gastronomía.
En esta ocasión el colectivo Artsumex diseñó y elaboró la catrina de nueve metros de altura, con materiales tradicionales como carrizo, cartón y pintura.
“El material que utilizamos aquí es el carrizo, que ya se está perdiendo mucho por otros materiales. Es una técnica mixta, utilizamos aluminio y un poco de herrería para hacer que la estructura sea un poco más resistente”, explicó Sanabria Urbán.
El artesano de 32 años de edad elabora cartonería tradicional desde hace 15 años y su obra puede observarse en el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, sobre todo sus alebrijes; también ha llevado sus creaciones al extranjero.
“Siempre me ha gustado elaborar figuras. Empecé con los judas y los toritos tradicionales, posteriormente conocí los alebrijes y me enamoré de las piezas grandes”.
Expresó que con el Festival dan a conocer lo que es Tultepec “y enseñarles que no sólo son desgracias, accidentes, no todo es malo. También hay mucho arte y hay mucha gente que es muy buena”
Uno de los eventos más esperados es el de la noche del 31 de octubre, cuando se realiza el Paseo de los Farolitos, donde cientos de personas salen a las calles de Tultepec con faroles de papel de china alumbrados con una vela, con los cuales, según la tradición, guían a las almas de los niños difuntos a sus domicilios.
