Chimalhuacán, Méx.- Personal del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Chimalhuacán (Odapas) detectó afectaciones en el pozo Transportistas, ubicado en la parte baja del territorio local, por el terremoto del martes pasado, por lo que suspendió su operación para repararlo y dejó sin líquido a más de 20 mil personas.

En tanto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aún no termina de reparar el acueducto ramal Mixquic-Tláhuac que resultó dañado por el movimiento telúrico.

La ubicación de la instalación y la alta complejidad técnica de la obra han retrasado la conclusión de la obra, por lo que continúan sin suministro de agua potable más de 150 mil habitantes de Nezahualcóyotl y Los Reyes La Paz.

El titular del Odapas de Chimalhuacán, Enrique Garduño Ruiz, explicó que debido al temblor el pozo presenta averías que obligó a suspender la extracción del líquido durante dos semanas.

“Desafortunadamente tuvimos daños en la estructura de apoyo del pozo, provocando que el motor y la bomba dejaran de operar. Estamos trabajando para que a la brevedad reanude actividades, brindando servicio a más de 20 mil habitantes de las comunidades de Tlatel Xochitenco, Ebanistas, Niños Héroes y Rosita Arenas”, dijo.

Las autoridades locales implementaron un programa de repartición de agua a través de pipas que se abastecen del pozo Ciudad Alegre, ubicado en Acuitlapilco.

“El servicio es gratuito y lo brindamos todos los días a partir de las 8 horas. Las labores se suman a las acciones que hacemos durante la contingencia por Covid-19, repartiendo diariamente más de 2 millones de litros de agua en zonas donde se registra algún desabasto”, informó.

La Conagua dijo que el acueducto ramal Mixquic-Tláhuac que entró en operación en 1981, se construyó con asbesto de cemento en terrenos de arcilla altamente compresible.

El sismo del martes rompió una tubería de asbesto de 36 pulgadas de diámetro y 5 metros de longitud en un terreno altamente fangoso y con agua contaminada.

La avería se ubicó por debajo de la Laguna de Xico, en los límites entre Tláhuac y Valle de Chalco, cerca de un relleno sanitario.

Por estar rodeada la tubería de agua salobre, las maniobras de reparación son más complicadas de lo usual. Personal de la Conagua avanza en el reemplazo de la tubería de asbesto por otra de acero con juntas, que le dará flexibilidad, mayor seguridad y durabilidad.

Cuando concluya la obra, se verificará la calidad del agua y se abastecerá nuevamente el tanque La Caldera. A partir de ese momento, las autoridades locales podrán reiniciar el abasto de agua a los usuarios de las áreas afectadas, detalló la dependencia federal en un comunicado.

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