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Huehuetoca, Méx.— Todo el barrio San Bartolo huele a gasolina. Las coladeras continúan abiertas y trabajadores municipales echan agua al drenaje para limpiarlo. Incluso el agua potable que sale de las tuberías tiene olor a combustible.

Miles de litros de gasolina se fueron al drenaje debido al derrame en una toma clandestina en ductos de Pemex, registrado la madrugada del pasado jueves.

La tarde del viernes fue sepultado David de 11 años de edad, cuyos familiares aseguraron que murió en su habitación debido a que inhaló el combustible.

Los padres del menor pidieron a las autoridades investigar y que se castigue a los responsables del derrame de combustible.

Dijeron que hasta la tarde de ayer ninguna autoridad había establecido contacto con ellos, ni del ayuntamiento ni del gobierno estatal.

La Fiscalía de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que varios órganos del menor serán sometidos a exámenes de química para determinar las causas de su fallecimiento, que hasta ahora no han sido determinadas.

Obdulia y Pascual, padres de David, afirmaron que autoridades de la fiscalía de la entidad no les informaron las causas de la muerte del menor, e incluso no han visto el acta de defunción, que fue entregada a la funeraria, pero no a ellos.

Familiares relataron que el niño estudiaba el cuarto grado de primaria y quería ser bombero.

Mencionaron que David dormía en un cuarto con su abuela en la tercera sección de calle Tamaulipas. A las 4:00 horas del 16 de agosto inició el derrame del combustible a unos 200 metros de la vivienda. Alrededor de las 8:00 horas de ese día, familiares los encontraron inconsci- entes. El menor fue trasladado a un hospital del barrio Salitrillo, aunque testigos afirman que cuando se lo llevaron ya iba muerto.

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