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Los adolescentes tienden a imitar conductas suicidas, por lo que es urgente una intervención de contención de crisis para los alumnos de la Preparatoria 3 de la UNAM, especialmente del grupo de primer ingreso, donde dos de tres alumnas se quitaron la vida ahorcándose en sus casas, afirmó la doctora en sicología, Patricia Valladares de La Cruz.

Del 11 al 18 de marzo, tres alumnas del grupo 452 del turno vespertino de la Preparatoria 3 Justo Sierra de la UNAM, ubicada en la avenida Eduardo Molina, en el norte de la Ciudad de México, optaron por suicidarse, dos de ellas lo lograron al colgarse en sus habitaciones, una en el municipio de Nezahualcóyotl y otra en Ecatepec.

La tercera estudiante, presuntamente ingirió una sobredosis de medicamentos, cuando sus familiares la encontraron y la trasladaron a un hospital, donde lograron salvarle la vida.

Estas muertes y el intento suicida, desconcertaron a los cerca de 60 alumnos de ese grupo de primer ingreso de la Preparatoria 3, quienes no encuentran una respuesta lógica a estos hechos, algunos han llorado, la mayoría se mantiene triste y confundidos.

Los padres de familia permanecen desconcertados y preocupados sobre las causas y el origen de las conductas suicidas repetidas y por el silencio de las autoridades de este plantel de la UNAM, que no los convocaron antes de esta semana de vacaciones, para tomar acciones de integración y contención, indicó una de las madres.

“Es posible que los adolescentes imiten conductas suicidas, como una forma de salir de sus problemas, además de que en redes comparten procedimientos” y retos peligrosos, afirmó Valladares de La Cruz , coordinadora del Programa de Violencia de Género de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.

Si los jóvenes provienen de familias donde hay antecedentes suicidas, aprenden a que esa es una forma de “solución” a los problemas, alertó la especialista.

El riesgo es mayor en estudiantes que tienen problemas de depresión, conflictos con sus padres o decepciones amorosas, “no es que quieran morir, sino que no saben cómo enfrentar la vida”, dijo.

De ahí que sea necesario que con el regreso a clases, al menos el grupo escolar, al que pertenecían las alumnas suicidas, sea sometido a una intervención en crisis, para lo que autoridades de la Prepa 3 deben pedir apoyo a la Facultad de Sicología de la UNAM, así como a los sicólogos de las FES Iztacala y Aragón, que cuentan con profesionales para atender estos casos, afirmó Patricia Valladares.

Además, padres de familia deben estar alertas, hablar con sus hijos y si están muy afectados deben llevarlos a terapias a cualquiera de los tres campus de la UNAM que tienen clínicas de sicología, señaló la especialista.

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