“Estamos de luto y sin chamba”, asegura un locatario del tianguis pirotécnico de San Pablito que sigue sin funcionar a un año del incendio que arrasó con el mercado y causó la muerte a 42 personas. Promesas incumplidas del gobierno estatal y la cancelación de permisos a los 300 locatarios por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) impiden su reapertura.

El 20 de diciembre de 2016 el fuego “borró” el tianguis pirotécnico y todavía no se conocen las causas del incendio. La Fiscalía de Justicia del Estado de México entregó la investigación a la Procuraduría General de la República (PGR).

Esa tarde un estruendo alertó a clientes y locatarios del tianguis. Luego siguieron más estallidos, el correr de las personas, el humo, las piedras que se convirtieron en proyectiles, el caos, el fuego y la muerte. Ese día murieron 26 personas y más de 60 resultaron heridas; en los siguientes días la cifra de fallecidos llegó a 42 y a 61 la de lesionados.

Aurelio, de 16 años, fue trasladado el 22 de diciembre al Shriners Hospital for Children de Galveston, Texas, Estados Unidos. En agosto el adolescente regresó a su hogar en el pueblo de Magú, Nicolás Romero, con severas secuelas. El día de la tragedia acudió con su familia a comprar cohetes a Tultepec.

Tres incendios han arrasado el mercado pirotécnico: septiembre de 2005 y de 2015, y en diciembre de 2016, siempre en temporada alta. Las dos primeras ocasiones los siniestros dejaron personas lesionadas, pero en la última, pedazos de block y concreto se convirtieron en proyectiles mortales.

“Damos gracias a Dios que a un año de lo que sucedió estemos presentes”, menciona Sofía Montes Linares, locataria del tianguis. Añade: “Tultepec es un pueblo de trabajo, de esfuerzo, de gente trabajadora, tanto fabricantes como comerciantes, porque si el comercio no se mueve, el fabricante se estanca”.

El pasado 4 de diciembre fueron entregados los 300 locales a los vendedores. El alcalde de Tultepec, Armando Portuguez Fuentes, entregó 150 y el gobierno estatal los otros 150. Los locales ya tienen dueño, pero no hay mercancía en ellos, pues la Sedena no ha levantado la suspensión del tianguis, lo que se esperaba ocurriera en estos días.

Tras la tragedia del 20 de diciembre de 2016, el entonces gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, ofreció toda la solidaridad del gobierno estatal a los afectados.

Los locatarios aseguran que fue una burla. De todo lo que prometió, el gobierno mexiquense cumplió sólo una parte.

Tres días después del incendio, el 23 de diciembre, en un acto público, Ávila Villegas ofreció a los afectados el pago mensual de 11 mil pesos “hasta que recuperemos el mercado”, indemnización de 20 mil pesos a familiares de personas fallecidas, pago por daño a vehículos, becas a hijos de fallecidos y heridos, y sobre todo, la recuperación del mercado.

Promesas, “como de humo”

A un año de distancia los vendedores dicen que sólo les entregaron el primer pago mensual de 11 mil pesos, no todos los familiares de personas fallecidas fueron indemnizados, no hubo pago a los propietarios de vehículos dañados y ni becas, pero sobre todo, incumplió con la conclusión del tianguis. Portuguez Fuentes expresó su malestar por el incumplimiento del gobierno estatal, que obligó al ayuntamiento a construir 150 locales.

“Y sí quiero ser muy puntual ante la autoridad estatal, porque vino aquí, se comprometió, se ve que hizo una gran inversión. Estoy viendo que se entregó la otra parte, los mismitos locales, ¿ven alguna diferencia? Al ayuntamiento los 150 le costaron 7 millones de pesos y al Estado 35 millones de pesos. ¿Se les hace lógico?”, pregunta el edil.

Añade: “Aquí está un acta que dice que la entrega, cómo se fueron pagando las estimaciones, el anticipo de 18 millones de pesos y al final suman 35 millones 266 mil 122 pesos. A lo mejor sí hicieron la plancha, pero soy ingeniero, sé de este tema, y créanme que no se invirtieron ni 5 millones de pesos”.

Al mismo tiempo, la zona centro y algunas comunidades de Tultepec se convirtieron en polvorines. Pobladores ofrecen cohetes en sus viviendas en un fenómeno incontenible para las autoridades, que poco hacen para evitarlo.

Germán Galicia Cortés, dirigente de los locatarios del tianguis de San Pablito, asegura que buscan que la Sedena levante la suspensión. Agrega que el gobierno estatal cumplió con la entrega de locales y apoyo a las personas lesionadas y de los que murieron.

También siguen los accidentes, como el del 18 de diciembre en el barrio San Juan, donde un hombre quedó totalmente calcinado al estallar un taller clandestino de pirotecnia.

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