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Las múltiples quejas por el mal servicio de Uber se generalizaron. Socios, usuarios e incluso jubilados que vieron en la compra de autos una posibilidad de inversión y de retiro, ahora se arrepienten y dicen que la empresa los abandonó, bajó los estándares de calidad y ahora cualquier persona puede ser chofer de este servicio.

Quienes han padecido de estos problemas, incluso al emplear a los choferes, explican que el descuido de la marca en el país se debe a que ya no se aplican pruebas sicológicas a los candidatos ni se piden antecedentes penales, lo que facilita a delincuentes a tener esta oportunidad de trabajo y de ahí, empezar a “cazar” a sus víctimas.

Ahora, revelan, las solicitudes se realizan por internet y debido a la alta demanda, 90% de quienes aplican aprueba. El negocio, dicen, es emplear a choferes que reciben una mínima cantidad de lo trabajado, así como brindar a quienes prestan sus vehículos a estos conductores sin tener los estándares de calidad con los que empezaron a operar.

“Es un fraude. A uno como propietario lo explotan también y no recibimos ningún beneficio, para Uber todo es ganar-ganar, tuve una mala experiencia que me costó mi vehículo y no recibí ayuda de ellos, un chofer chocó el auto, lo dejó abandonado y se fue así nomás.

“Cuando pedí buscarlo en la base de datos, los papeles que había entregado eran falsos. Entonces, yo me quedé con toda la bronca y la empresa, como siempre, se deslindó, cuando son ellos los que ofertan los trabajos como choferes; supuestamente los capacitan y los proponen para trabajar, pero a la mera hora resulta que no saben nada, no conocen ni a quien contratan”, comentó Gerardo Vázquez, ex socio.

Especialistas en seguridad empresarial coinciden en la importancia de supervisar al personal que maneja los vehículos y, más que eso, conocerlos personalmente y aplicarles una serie de exámenes focalizados para detectar cierto tipo de problemas que puedan esconder los empleados, pues a fin de cuentas lo primero que se debe garantizar es la seguridad de quien paga el servicio.

“En este caso, y con base en las quejas, lo que se descuidó fueron los filtros para contratar a los choferes, algo muy peligroso si tomamos en cuenta que lo toman persona de cierto estatus, mujeres o personas alcoholizadas que no quieren manejar.

“Los clientes confían en la marca, en la empresa, pero al descuidarse estos filtros, ¿qué garantía tiene el cliente de que quien te lleva a tu casa no es un ladrón?, ¿qué garantías tiene la mujer de que en la noche no le toca un violador, o un joven con unas copas de más de que no le van a robar”, comentó Raúl Carmona, de AltaTech Seguridad.

“Ese es un grave problema, no hay garantías de nada. Es lo mismo que tomar un taxi al azar”, dijo.

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