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Los delincuentes de la Ciudad han encontrado un nuevo nicho de donde obtienen ganancias millonarias, sin que esto les represente mucho riesgo. Lo anterior afecta a miles de personas y daña la infraestructura del Gobierno de la Ciudad; hablamos del robo a cable del Trolebús, delito que durante el último semestre del año pasado y el primer mes de 2018, ha repuntado.

En este sentido, y con base a las denuncias que el representante legal de la empresa que administra el Trolebús, así como de los choferes de las unidades que acuden a la Procuraduría capitalina al darse cuenta que no pueden seguir sus rutas por el robo del cableado, las autoridades han logrado establecer e identificar a una banda compuesta por al menos cinco personas encargadas de orquestar y planear los robos.

Durante 2017 fueron siete los robos a este sistema, principalmente en la zona sur de la Ciudad. En este 2018 se han registrado tres, dos en Iztapalapa y uno más en el corazón de la Ciudad.

De los robos del año pasado, el Trolebús reportó que las pérdidas fueron de casi 700 mil pesos, mientras que en las denuncias levantadas este año por el delito de robo de cable, las pérdidas llegan a los 350 mil pesos.

Una persona fue detenida el pasado mes de enero en flagrancia por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública justo en el momento en que se robaba poco más de 10 metros de cable, lo que afectó el servicio del Trolebús sobre el Eje Central por más de una hora.

Por los hechos de este mes, la Procuraduría abrió las carpetas de investigación CI-FIZP/IZP7/UI-2C/D/0127/01-2018 y la CI-FIZP/IZP-7/UI-2C/D/0128/01-2018 que se anexaron a las del año pasado al determinar que el modus operandi de los delincuentes fue el mismo.

En el primer hecho, se reportó el robo de 60 metros de cable alimentador de 37 hilos de cobre desnudo de polo negativo de 500MCM, estimados en 154 mil pesos.

El 23 de enero, dos sujetos se robaron en las inmediaciones de la colonia Culhuacán 90 metros del mismo material con un valor estimado de 225 mil 645 pesos.

Se sabe que todo el cable es vendido en los comercios ilegales dedicados a la compra y venta de fierro viejo por kilo, por lo que no se descarta incluso unas revisiones y cateos en estos lugares con la finalidad de clausurarlos y así evitar que se siga dañando el patrimonio del Gobierno de la Ciudad de México.

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