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Las acusaciones en su contra por corrupción o por estar detrás de grupos violentos han sido la principal sombra del diputado local del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ex jefe delegacional en Coyoacán, Mauricio Toledo, quien ahora es señalado por las agresiones en dos mítines de la precandidata de Morena a la jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de las cuales se ha desmarcado y, por el contrario, acusó a la morenista de hacer un “montaje” para desviar la atención.

Como perredista, Toledo Gutiérrez también ha ocupado los cargos de diputado federal y luego de jefe delegacional en Coyoacán, de 2012 a principios de 2015, cuando dejó el puesto para irse a la campaña por la diputación del distrito 32 local de esa delegación, sitio en el que se desempeña en la actualidad.

Probablemente el caso más espinoso de su administración fue la detención y reclusión en 2013 de Eduardo Ramírez Vallejo, quien fungía como secretario particular de Toledo Gutiérrez en la demarcación, esto por pedir dinero a un empresario a cambio de permitir que se reabriera una gasolinera.

El Tribunal Superior de Justicia capitalino resolvió que sí incurrió en el delito de extorsión y aunque era su hombre de confianza, Mauricio Toledo se desmarcó por completo de Ramírez y él quedó libre de culpa.

Toledo es identificado por sus compañeros y detractores como el principal liderazgo del PRD en ese territorio de más de 608 mil habitantes, la quinta delegación más poblada de la Ciudad.

El dominio del asambleísta del sol azteca sobre Coyoacán se expresa en sectores como los culhuacanes y parte de la zona de los pedregales, que son de los más poblados en la demarcación y donde tiene mayores seguidores.

En el caso del gobierno delegacional varios funcionarios de su administración que ocuparon direcciones clave tuvieron continuidad en la gestión de Valentín Maldonado (2015-2017).

Son los casos Armando Jiménez, en la dirección general de Desarrollo Social, y Salvador Frausto Navarro, quien fue el director general de Jurídico y Gobierno en ambas administraciones, e incluso delegado interino cuando Toledo dejó la demarcación.

Valentín Maldonado es un actor político también muy cercano a Toledo Gutiérrez y quien en diciembre pasado pidió licencia para competir por una diputación local en el mismo distrito que ocupa Toledo.

Ahora el diputado local del PRD es acusado por Claudia Sheinbaum de enviar a un grupo de personas para reventar un par de mítines en Coyoacán y golpear a asistentes, e incluso señaló que operadores políticos del asambleísta y a su vez trabajadores del gobierno delegacional están entre los responsables.

Este tipo de acusaciones no son nuevas; en las campañas de 2015 la entonces candidata de Morena a la demarcación Bertha Luján también denunció agresiones a sus brigadistas, así como saqueo de sus oficinas y apuntó hacia Toledo; mientras que en 2016 se le señalo de operar junto con Maldonado programas sociales para favorecer al sol azteca en la elección de la Asamblea Constituyente, pero fueron exonerados.

A pesar de la polémica en torno a su figura, el perredista ha logrado ocupar puestos clave ahora en la Asamblea Legislativa capitalina.

Es el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, por lo que jugó un papel preponderante en la elaboración del Presupuesto 2018 para Ciudad de México, donde se incluyeron casi 9 mil millones de pesos para la reconstrucción y ahora en el contexto del Frente, formado por PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, las delegaciones gobernadas por los dos primeros partidos fueron las que obtuvieron más recursos adicionales, mientras que las de Morena son las que lograron menores montos extra.

En el órgano legislativo de la Ciudad de México también ha sido unos de los actores que más ha empujado la investigación en contra del jefe delegacional en Tláhuac, el morenista Rigoberto Salgado, por supuestos vínculos con el crimen organizado, los cuales hasta ahora no se han comprobado.

Ahora es señalado por Claudia Sheinbaum Pardo de enviar a personas que golpearon, lanzaron sillas, piedras y huevos a asistentes a dos de sus mítines en la delegación el miércoles pasado y en otro más en diciembre de 2017.

El perredista reviró que no tiene nada que ver con los hechos y que incluso Morena orquestó un “autosabotaje” para victimizarse y afectar su imagen. Lo cierto es que Toledo vuelve a estar en el ojo público.

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