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Tres de los cuatro policías que detuvieron a Marco Antonio Sánchez confían en que serán declarados inocentes porque, dicen, actuaron con base en el protocolo; sin embargo, piden que el joven diga la verdad que es, según su versión, que no lo golpearon.

“Tenemos confianza de que el chico se va a restablecer y dirá la verdad, porque nosotros no le hicimos nada”, asegura Ricardo Trejo en entrevista con EL UNIVERSAL.

Ricardo Trejo, Hubel Mora y Juan de la Rosa explicaron, en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública local (SSPCDMX), que fueron informados que ya no son testigos sino imputados en el caso Marco Antonio y que una vez que el menor rinda su declaración ante la Procuraduría General de Justicia capitalina podrían girar una orden de aprehensión en su contra.

“Nosotros confíamos plenamente en las autoridades, en la secretaría, que todo saldrá conforme a derecho... Esperamos salir absueltos de este caso”, dice el policía Mora.

Desde la desaparición de Marco Antonio el 23 de enero, las versiones de las autoridades y de los padres de el menor son contradictorias.

Los últimos videos difundidos por la PGJ y las declaraciones del procurador Edmundo Garrido apuntan a que los policías no golpearon a Marco y que lo liberaron a los 11 minutos. No obstante, los padres niegan que quien aparece en las imágenes sea su hijo.

De acuerdo a los uniformados, detuvieron a Marco porque mientras hacían su vigilancia por la calle Cultura Norte un joven de aproximadamente 1.60 de estatura, cabello chino con playera rosa, le hizo señas al oficial Juan de la Rosa.

“Vamos circulando por la calle y vi a un joven que me hace señas. Le digo a mi compañero que se regrese. Cuando llego y abordo al caballero me dice ‘es que esta persona [Marco] está pidiendo dinero y está agrediendo’”, asegura De la Rosa.

Después, “cuando me acerco tengo que hacer una inspección y noto que saca una manzana y otro bulto; entonces se echa a correr”.

De la Rosa cuenta que mientras Marco huyó en dirección al Metrobús El Rosario a él se le cayó el radio, por lo que le pidió a su compañero Martín González que siguiera la ruta del joven abordo de la motocicleta.

Ambos lo alcanzaron en la estación. Juan llegó por atrás, “para que no se diera cuenta”, y lo sometieron. “Cuando le hicimos la inspección ya sólo traía la manzana”, dice.

Marco descendió del andén y los policías se dirigieron a la calle. Al colocarle los candados de manos “le preguntamos los datos generales y no quiso darlos”. Después el policía llamó vía telefónica a su comandante Ricardo Trejo y al operador de la patrulla, Hubel Mora.

Otras versiones

Estos dos últimos son quienes aseguran que Marco estuvo abordo de la patrulla cinco minutos, y que no dio información. Los uniformados prendieron la torreta y buscaron al joven que minutos antes había señalado el presunto delito, pero al no hallarlo, dejaron libre a Marco.

De acuerdo con el protocolo de actuación policial en el caso de detención de menores, los policías están obligados a informar a los padres de familia sobre la aprehensión.

“Se tiene que identificar a la persona, si es necesario se usa la fuerza. Se leen sus derechos, informarle a un familiar que está detenido y a dónde será trasladado”, explica Juan.

En el caso de Marco, los tres imputados dicen que no tenían elementos para definir la edad del joven.

“A simple vista no pensamos que era menor de edad. [En la detención] estaba agresivo”.

La última capacitación que recibieron sobre la detención de personas fue el año pasado, en el cual trataron temas de derechos humanos.

Los hechos que describen quedaron registrados en un informe que hicieron en el sector ese mismo día. Luego de la publicación de los videos donde presuntamente aparece Marco en Azcapotzalco y que su padre informó que tanto él como su esposa niegan que sea su hijo, los policías dijeron que sí es el joven.

“Desconocemos por qué [el padre de Marco] motivo lo diga, no somos quiénes para juzgarlo”, dijo Ricardo.

Al cuestionarlos desde cuándo las cámaras de su patrulla no funcionaban, los tres policías dijeron desconocer cómo funciona el dispositivo. “Hay antecedentes de que tenía un falso; nosotros no controlamos eso. No tenemos acceso para saber que el equipo no sirve”, dice el comandante.

Los policías tampoco están informados de en qué momento se activan las cámaras de estos los vehículos y no cuentan con equipo de grabación en sus uniformes, como otros elementos de la SSPCDMX.

Mientras la investigación continúa y Marco, estudiante de la Preparatoria 8 rinde su declaración, los cuatro policías imputados siguen su vigilancia en el Sector Hormiga.

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