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david.fuentes@eluniversal.com.mx
La disputa por 10 puntos de venta de droga al menudeo en el corredor Roma-Condesa y el primer cuadro de la Ciudad de México es el móvil de las ejecuciones en Tepito durante los últimos días y que ha cobrado 10 vidas; la última, un joven de 16 años acribillado frente a su vivienda.
Informes de la procuraduría local detallan que todo derivó de la perdida de varios kilos de mariguana y cocaína el mes pasado. La mercancía, según refieren a sus superiores los agentes que llevan la investigación, debió llegar a una vecindad de la calle Tenochtitlán, pero, al parecer, en el camino fue “robada”.
La investigación que realizó la célula criminal afectada apuntó a que un grupo de siete personas, de entre ellos cuatro menores de edad, fueron los responsables.
Días después empezó la cacería; los jóvenes que robaron la “mercancía” se sentían amparados y protegidos por ser sobrinos, primos y ahijados de una de las familias que tradicionalmente controlaba la actividad delincuencial en el sector.
Sin embargo, ahora que los líderes y cabezas de estas familias están muertos o en prisión han perdido fuerza, por lo que optaron por empezar a matar a los jóvenes, pues la droga robada ya no la pudieron devolver ni pagar en su totalidad.
Los crímenes, a manera de venganza, se siguen registrando y a decir de las autoridades faltarían por lo menos otras cinco personas que ya huyeron del Barrio Bravo.
En este sentido, se dio a conocer que aunque el homicidio se investiga de oficio ni una de las familias a quienes le han matado a un miembro se ha acercado a las autoridades a pedir ayuda o exigir justicia. Advierten que tomarán justicia de propia mano, lo que preocupa a la policía, pues teme una escalada de violencia.
