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Sobre el asesinato de tres estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) en la colonia El Arbolillo I, las versiones de la familia de Carlos Esquivel, el único detenido, y del Consejo Estudiantil, contradicen la información dada por la policía (SSP-CDMX), así como de la Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) respecto al móvil de la balacera y el arma de fuego encontrada.

De hecho, Carlos Esquivel salió en libertad luego que el Ministerio Público no le levantó ningún cargo.

Los primeros avances en la investigación indican que posiblemente el robo pudo ser el móvil del crimen; sin embargo, la PGJ no descarta otras líneas, de entre las que destaca la disputa por un punto de venta de drogas al menudeo.

Sobre esto, Adela Sarmiento, madre de dos de las víctimas, Sergio de 27 años y Héctor Sarmiento de 29; éste último enterrado ayer jueves en el panteón de San Isidro en Azcapotzalco, comentó que ella conocía a sus hijos y no serían capaces de ingerir drogas.

“No, mis hijos jamás han probado drogas, porque de eso estoy al pendiente, ya como le estoy diciendo mis hijos son pobres, yo soy pobre y lo que les he enseñado es educación y honestidad, en mis hijos no cabe eso”.

Según la carpeta de investigación FGAM/GAM-2/UI-1C/D/1029/04-2018, Miguel Omar Arteaga de 27 años de edad, Jorge Martínez de 25, Héctor y su hermano Sergio, departían en el estacionamiento de la Unidad Habitacional El Arbolito que se ubica sobre las calles Río San Joaquín y Andador 8 en la delegación Gustavo A. Madero, cuando poco después de las 23:00 horas, tres sujetos llegaron y los intentaron asaltar con un arma de fuego.

El testimonio de Carlos, quien estuvo en el momento de la agresión y sobrevivió al ataque, asegura que se hicieron de palabras y cuando les pidieron entregar sus pertenencias, las víctimas opusieron resistencia, acto seguido, los delincuentes dispararon en varias ocasiones contra ellos, matando a tres en el lugar y Héctor murió una hora más tarde en el hospital.

La policía informó al día siguiente que cuando llegaron al lugar notaron cuatro cuerpos tendidos sobre el suelo y a una quinta persona, en este caso Carlos, escondida detrás de un árbol, a quien después de hacerle una revisión presuntamente le encontraron una subametralladora, según consta en un comunicado de prensa.

Llamó la atención de las autoridades que el detenido portara un arma de fuego “hechiza” calibre .22, pues no coincide con los casquillos que se usaron para el homicidio múltiple, pues en el lugar recabaron ocho casquillos percutidos calibre .380

Sin embargo, de acuerdo con Andrés Domínguez del Consejo Estudiantil de la UACM, Carlos aseguró que esa arma le fue “sembrada” por los policías al momento de su detención.

“Carlos se acerca justamente para darles auxilio, pasa alrededor de 20, 30 minutos, llegan los policías, incriminan al compañero, lo esposan, lo tapan con una cosa en la cara, lo empiezan a golpear, le ponen un arma de fuego en la mano, hacen que dispare un arma que traían por ahí para incriminarlo y se lo llevan para perderlo unos 20 a 30 minutos y lo entregan al MP”.

Ayer, el procurador Edmundo Garrido Osorio dio a conocer que Carlos tiene antecedentes penales desde 2017 por el delito de robo.

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