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Cuando la música suena, las mujeres del Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla comienzan a bailar. Son 250 internas que aprovechan sus clases de zumba para moverse al ritmo de las canciones, desestresarse y también mantener una buena condición física.

Algunas visten ropa deportiva color negro; otras, caqui que es el uniforme de las internas. Bailan sobre un escenario que se encuentra dentro del reclusorio, cubierto por un domo color blanco, aunque no todas coordinan, se entregan al ritmo del merengue y reguetón que se escucha de las bocinas.

No es difícil entender el entusiasmo que ponen internas como Diana, quien explica que esta actividad le ayuda a olvidarse del lugar en el que está. Lleva nueve meses en el Centro Femenil y, desde el momento en que entró, toma las clases que la han ayudado a bajar de peso y sentirse mejor tanto emocional como físicamente.

El subsecretario del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Hazael Ruíz Ortega, comenta que la actividad física o deportiva en los centros de reclusión de la capital forma parte importante en el proceso de reinserción.

“La zumba ha ganado popularidad en el centro femenil y muchas de las mujeres han encontrado en ella un medio para mejorar su estado físico y emocional”, dijo.

Ana María se mueve al ritmo de la mayoría de sus compañeras. Salta, alza las manos y da una vuelta moviendo las caderas. Sobre la zumba dice que además de ayudarle a estar bien física y mentalmente le permite continuar con una de las actividades que más le gusta.

En el femenil, todas tienen la oportunidad de practicar otros deportes como el futbol, basquetbol y box, entre otros.

En la Ciudad de México, cerca de 40% de 27 mil 706 internos que se encuentran en los 10 reclusorios practican un deporte: 11 mil 82 reos buscan ser reinsertados en la sociedad tras cumplir su condena.

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