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El gobierno de la Ciudad de México ahorró 59.7 millones de pesos al dejar de enviar 149 mil 379 toneladas de residuos inorgánicos a rellenos sanitarios del Estado de México, como resultado del primer semestre de aplicación de la nueva norma de separación de basura.

El 8 de julio pasado entró en operación una nueva forma de separar los desechos en cuatro categorías, como indica la llamada Norma Ambiental 024, con la cual “hubo un avance en el reciclaje de los residuos”, aseguró Jaime Slomianski, titular de la Agencia de Gestión Urbana (AGU).

Del 8 de julio al 31 de diciembre de 2017, las estaciones de transferencia de la capital recibieron un millón 378 mil 054 toneladas de residuos inorgánicos; mientras que en el mismo periodo de 2016 fue de un millón 527 mil 433 toneladas.

Slomianski dijo que hubo una disminución de 9.73% en la llegada de los residuos a partir de la implementación de la norma; representa 149 mil 379 toneladas de basura inorgánica que no se trasladó a los rellenos y se aprovechó a través de la industria de reciclaje.

Estimó que cada tonelada que se lleva a estos confinamientos en el Estado de México implica un costo de 400 pesos, de modo que se ahorraron 59 millones 751 mil 600 pesos en el segundo semestre de 2017.

Con la nueva norma, también aumentó 46.62% la recepción de residuos orgánicos, equivalentes a 89 mil 449 toneladas adicionales que se convirtieron en composta.

Sobre la planta termovalorizadora, que procesará los residuos inorgánicos para generar electricidad para el Metro, dijo que están a la espera de que el gobierno federal les entregue el predio donde se construirá.

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