El chile

es por excelencia, un sello característico de la gastronomía mexicana.

Cuando hablamos de chiles secos nos referimos a aquellos chiles que se dejan madurar y deshidratar por medio de distintas técnicas, para alargar su tiempo de conservación.

Los chiles secos

se caracterizan por tener un sabor suave y menos picante que los frescos. 

¿Cómo utilizarlos? 

Son perfectos para preparar salsas, adobos y hasta mole. Después de rehidratarlos, asarlos o tatemarlos, se mezclan con ingredientes ricos en agua, como el jitomate, para obtener mezclas jugosa.

Pero eso no es todo, también las semillas de estos chiles funcionan como perfume para aceites o sazonadores de algunos platillos.

Existen más de 50 variedades de chiles secos en México, pero aquí te presentamos los 6 chiles secos más comunes de la cocina mexicana:

Chile Pasilla

Cuando está fresco recibe el nombre de chile chilaca. Ya en su estado de conservación se puede utilizar para preparar salsas, moles y adobos, además es ideal en guisos que incluyan carne de res, cerdo o pollo.

Aspecto:

Alargado y de color café negruzco, la superficie es brillante y arrugada.

Medidas:

En promedio 15 a 2 cm de largo y de 2 a 3 cm de ancho

Nivel de picor:

Moderadamente picante

Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana
Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana

Chile Morita

Hablamos de un chile seco ahumado, se obtiene de una variedad pequeña de chile jalapeño, con él hacen conservas, adobos, salsas picantes y además se pueden incluir en guisos de carne de res, pollo o cerdo para dar picor y sabor.

Aspecto:

Su cáscara es tersa, brillante, de color morado

Medidas:

En promedio 3 cm de largo y 2 de ancho

Nivel de picante:

Muy picante

Chile Ancho

Cuando está fresco recibe el nombre de chile poblano, este chile es el encargado de entintar de color rojo la mayoría de los platillos mexicanos. Al ser remojados adquieren ese color rojo ladrillo típico de guisos en México.

Aspecto:

De color café-rojizo, tiene forma triangular y su piel es de textura rugosa y brillante.

Medidas:

En promedio 12 cm de lar­go y 7 cm en su parte más ancha

Nivel de picante:

Poco picante

Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana
Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana

Chile Piquín

Estos chiles secos comúnmente se muelen y son comercializados con el nombre de chile piquín molido, sin embargo también se utilizan para elaborar salsas o como complemento de distintos guisos mexicanos.

Aspecto:

Ovalados y ligeramente có­nicos, casi siempre color rojo sepia.

Medidas:

Generalmente de 1 a 2 cm de largo y 0,5 cm o menos de ancho

Nivel de picante:

Muy picante

Chile Chipotle

Cuando está fresco se le llama chile jalapeño, después de secarlo y ahumarlo se puede preparar en escabeche o adobado, los más grandes incluso los puedes rellenar de distintos guisos o ingredientes. Entero o molido, le da sabor a sopas, caldos y guisos.

Aspecto:

De color café oscuro y de textura arrugada.

Medidas:

En promedio 6 cm de largo y unos 2,5 cm en su parte más ancha

Nivel de picante:

Muy picante

Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana
Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana

Chile Guajillo

Cuando está fresco se le conoce como chile mirasol, se utiliza principalmente en la preparación de pozoles, menudos y adobos. También forma parte en la elaboración de salsas a las que aporta color rojo y consistencia, generalmente se mezcla con otros chiles como el ancho.

Aspecto:

Color café rojizo, de piel tersa y brillante, forma triangular alargada.

Medidas:

En promedio 10 cm de largo y 4 cm en su parte más ancha

Nivel de picante:

Ligeramente picante

Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana
Los chiles secos más comunes de la cocina mexicana

Con información de: Larousse Cocina

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