José Antonio “N”

, hijo del presunto capo José Alberto Valdés Chapa “El señor de la V” , fue vinculado a proceso por tentativa de homicidio en contra de policías involucrados en el multihomicidio en un domicilio en Temixco .

José Antonio, el hijo mayor del “Señor de la V”, fue reaprehendido ayer por agentes de la Policía de Investigación Criminal (PIC) en coordinación con elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), luego que tres magistrados del Tribunal Superior de Justicia revocaron la no vinculación a proceso

, decretada por el juez Job López Maldonado, el pasado 2 de diciembre.

El pasado 30 de noviembre, siete elementos policíacos irrumpieron en el domicilio de la Familia Valdés Chapa, en la colonia Rubén Jaramillo del municipio de Temixco, al presuntamente ser advertidos de que en esa calle había hombres armados y presuntas víctimas privadas de su libertad.

Al llegar al lugar señalado, según consta en la declaración expuesta durante la audiencia de vinculación a proceso de diciembre, los policías vieron a José Antonio y al “Señor de la V”, señalado como presunto narcotraficante por el comisionado estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, portando armas en sus manos.

Al tratar de detenerlos, éstos y dos hombres más (otro hijo de Valdés Chapa y un amigo de la familia) ingresaron a su domicilio seguido de los agentes.

Según la versión oficial, tras la irrupción hubo un fuego cruzado donde seis personas perdieron la vida. Todas eran familiares del imputado.

Tras dos horas de intercambio de balas, detalló el comunicado oficial, los presuntos delincuentes se rindieron y fueron detenidos los sobrevivientes de la masacre (José Alberto, José Antonio y su esposa Brenda “N”, Carlos “N” otro de los hijos del “Señor de la V” y Gilberto “N”, amigo de la familia”).

Al ingresar de lleno en el domicilio, quedaron al descubierto los cuerpos de Faustina,de 65 ños y madre del presunto capo, su esposa Camelia de 40, su hermana Rosario de 27, su hija Leticia de 23, el joven Diego de 14, hermano de Brenda “N” y la bebé Kendra de sólo dos meses de nacida, nieta del presunto criminal, en el diminuto baño de la casa.

Además, se encontraban presentes otros cinco menores de edad, quienes resultaron ilesos.

A pesar de que el caso fue llevado ante los Juzgados Orales por la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidio de Mujeres y Feminicidio de la Fiscalía General del Estado, el objetivo de la Fiscalía General del Estado fue vincular a proceso a los sobrevivientes de la masacre por el delito de homicidio en grado de tentativa en agravio de los policías, sin que ésta se concretara en aquella audiencia.

La semana pasada, los magistrados del TSJ resolvieron que los policías no fueron los victimarios sino las víctimas, por lo que resolvieron a favor de la apelación presentada por la unidad referida.

Sin embargo, ninguna autoridad aclaró si la orden de aprehensión inmediata incluye a los otros cuatro detenidos, incluido el menor de edad, o sólo a José Antonio, a quien le decretaron prisión preventiva como medida cautelar y cuatro meses para el cierre de las investigaciones.

Tampoco ha esclarecido quiénes fueron los responsables del asesinato de las cinco mujeres y el adolescente, ya que las propias periciales aportadas por la Fiscalía, como la prueba de rodizonato de sodio usada para detectar rastros de pólvora en el cuerpo y ropa, dieron negativo en todos los presentes.

Asimismo, ninguno de los cartuchos recogidos en la escena del crimen, unos 200, coincidieron con las armas entregadas por los elementos policiacos ni con las tres encontradas en el domicilio.

Tampoco se ha esclarecido la trayectoria de las balas que acabaron con la vida de las seis víctimas, por qué y por quiénes fue alterada la escena del crimen –según el juez-, o si hubo más personas involucradas (otros policías, civiles e incluso miembros de un cartel contrario al del "Señor de la V").

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