Tortillas, un plato de frijoles, café y algunos dulces y galletas para los niños, fue el menú de la cena de Noche Buena de los desplazados de Chalchihuitán que huyen de sus comunidades para “salvar sus vidas” de las agresiones de su vecinos de Chenalhó , en medio de un conflicto agrario que se remonta a más de 40 años.

La espera de La Navidad en los campamentos fue bajo el frío intenso de las montañas donde hombres, mujeres, niños y adultos de la tercera edad celebraron “entre el dolor y la esperanza”.

El sacerdote Marcelo Pérez Pérez dijo que a semejanza del “nacimiento de Jesús, hace más de dos mi años”, La Navidad de 2017 en Chalchihuitán ha sido “en las montañas donde se han refugiado los desplazados para salvar sus vidas”.

Este lunes, dijo el párroco de Simojovel , La Navidad es “ el nacimiento de la esperanza, de que la paz, la libertad y la hermandad es posible; con nuestra solidaridad haremos posible la paz”.

En esta temporada navideña y de víspera de fin de año, el religioso, exhortó a la solidaridad con los desplazados y a implorar plegarias “ al Niño Jesús” para que “pronto se haga realidad la fraternidad entres los pueblos”.

Familias tzotziles desplazadas de los campamentos de C’analumtic, C’enmut , Jolc’ante’tic y Ch’en Mut, entre otros más, cenaron de manera frugal frijoles, tortillas y café, acompañados de una sencilla ceremonia religiosa, oficiada por Marcelo.

Imágenes de videos difundidos por el religioso muestran las condiciones precarias y la vulnerabilidad de los desplazados.

Luego de ver esos videos “no podemos estar indiferentes; continuemos y fortalezcamos nuestra solidaridad, es muy triste pero la esperanza está en nuestra solidaridad”, advirtió.

cg

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