Nogales.— No se conocían y ahora son inseparables; se encontraron justo ahí, donde la mente le ha dado rienda a sus sueños. En un rincón de la garita internacional Dennis DeConcini, cinco niños guatemaltecos, de entre 12 y 15 años, viajaron solos para pedir protección al gobierno de EU.

Hablan poco español. Entre ellos se dicen palabras en tono bajito y ríen de todo, la perspectiva de la tragedia que viven los niños en albergues de Estados Unidos queda corta a lo que imaginan como será su destino en el vecino país.

Miguel llegó hace tres semanas, tiene 13 años; cruzó México a bordo de un autobús de pasajeros sin problemas. No trae identificaciones, unos familiares que ya lo esperan en Houston le mandaron dinero a través de un vecino, después por teléfono le aconsejaron cómo debía llegar a la frontera estadounidense.

En su memoria guarda tres celulares de personas que le pueden ayudar al cruzar la línea fronteriza. Cree que tiene motivos suficientes para pedir amnistía humanitaria al gobierno de Estados Unidos.

Ha sido víctima de la violencia y se escapó después de ser “levantado” por integrantes de la banda delictiva de los Mara Salvatrucha, relata, y añade que está en un listado junto con sus amigos para cruzar e ir a la entrevista con los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza. Dice que no teme, está seguro que se reunirá con su familia.

Abogados de grupos promigrantes han hablado con los cinco menores y les han pedido que memoricen un número de teléfono para apoyarlos junto con organismos internacionales en caso de que se presente alguna irregularidad en Estados Unidos.

Los otros dos menores tienen una historia similar a la de Miguel. Dicen que en su país son perseguidos por la delincuencia y no tienen oportunidad de estudiar. En el campamento abierto duermen entre muñecos de peluche, se cuidan entre ellos, conviven con otras familias que buscan amnistía humanitaria, juegan con los niños y los adultos los protegen como si fueran sus hijos. Organizaciones humanitarias les dan alimento y ropa.

Se une al reclamo. En Sonora se prioriza la protección de niños, niñas y adolescentes, por eso condenamos se vulneren sus derechos, y “nos unimos al reclamo de que nunca más se repitan este tipo de acciones reprobables”, aseguró la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano en torno a la separación de menores migrantes de sus padres en Estados Unidos. Añadió que su administración brinda los mismos tratos a niños y adolescentes extranjeros acompañados y/o solos.

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