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Arik Nicholas, de 17 años, sueña con alcanzar sus metas a través de su deporte favorito, el basquetbol. Primero va por una beca completa para estudiar en una universidad mexicana y después reclutarse en la NBA.
Para alcanzar su sueño, abandonó su natal Punta Gorda, Belice, para residir en Chetumal e inscribirse en la Academia Deportivizada Agharta.
Con timidez, asegura a EL UNIVERSAL que le ha costado socializar con el resto de sus 34 compañeros de escuela, principalmente por el idioma, pues él habla inglés, pero gracias a sus amigos Saúl y Daniel Chilin está aprendiendo muy rápido el español.
Arik se enteró de esta academia por otro beliceño que egresó el año pasado de Agharta al que le ofrecieron una beca del 100% en el Tecnológico de Monterrey para estudiar su carrera profesional, razón que lo motivó a desplazarse a Chetumal para concluir su preparatoria.
“Vine a conocer las instalaciones y el proyecto educativo y me gustó, en especial el trabajo que realiza el coach Eduardo Munieve, por eso decidí mudarme. Aquí puedo perfeccionar mi baloncesto y acreditar mi formación académica, sin descuidar ninguna, cuando en Belice únicamente entrenaba dos horas al día y aquí son seis horas de lunes a viernes y los sábados cuatro horas”, afirma.
Cursa el tercer semestre de preparatoria y la escuela le ofrece el internado, por lo que viaja a su hogar a visitar a sus padres y siete hermanos cada seis meses. En Navidad y Año Nuevo se quedó en Chetumal porque está en trámite la visa de estudiante y una carta de residente para no pagar cada vez que vuelve a Belice.
“Es una oportunidad de conocer nuevos jugadores y mejorar mi juego para conseguir una beca deportiva para estudiar la universidad en Puebla o en la Ciudad de México y de ahí a la NBA, esa es la meta”, afirma el joven más alto de su clase, de 1.98 metros.
Arik Nicholas es fanático del basquetbolista profesional Kevin Wayne Durant, quien actualmente juega en el Golden State Warriors de la NBA y es ahí a donde él quiere llegar. “Elegí este estilo de vida, sé que será difícil, porque el entrenamiento es fuerte y la escuela igual requiere de tiempo, pero es un sacrificio que tengo que hacer para obtener mis metas”, comenta el joven deportista.
