Con 39 años de edad, 10 de ellos como sacerdote, Edgardo Márquez Huerta enfrentará este domingo otro gran reto en su vida: Correrá un maratón.

Por algunas horas el padre Edgardo, párroco de Nuestra señora del Carmen , dejará a un lado el altar, las misas y la sotana, para ponerse tenis y ropa deportiva.

“Aunque suelo hacer deporte, he participado en peregrinaciones en bicicleta y trotando hasta 35 kilómetros, es la primera vez que correré un maratón completo de 42 kilómetros”, explicó el religioso a El Universal.

Márquez aclaró que desea darle un sentido a este reto y servir a los niños de las 17 comunidades de su parroquia.

Actualmente radica en El Carmen, una población de alta producción citrícola , que pertenece al municipio de Güémez y se ubica a 38 kilómetros de Ciudad Victoria.

A través de un mensaje en su cuenta de Facebook lanzó la invitación a sus contactos:

“Te pido de favor que por cada kilómetro que yo corra me regales 10 bolsitas de dulces para los niños de las 17 comunidades de la parroquia. Para mí la mejor recompensa más allá de una medalla el poder haber hecho lo que me gusta tanto, con un sentido de alegría y de esperanza por estos niños, les invito cooperar y de antemano le doy las gracias”.

El maratón se realizará este domingo 10 de diciembre en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, y el padre incluso obtuvo el permiso del Obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez.

Para prepararse, relató, tuvo que trasladarse a entrenar a Ciudad Victoria en donde se unió a un grupo de corredores Runners Victoria, “me han explicado muchas cosas, como el tipo de calzado, el ritmo, la cadencia en la energía y otros detalles como la alimentación y la hidratación”, comentó Edgardo Márquez.

También acudió con un especialista para llevar un régimen alimenticio, además de una rutina de ejercicios en gimnasio, “aunado a que el coach es muy exigente y es algo que se agradece”.

¿De dónde le surge tanta motivación para realizar este esfuerzo?

“Tuve la fortuna de conocer a una persona con distrofia muscular, un hombre que estaba perdiendo la movilidad, pero un hombre lleno de Dios, feliz, alegre, que batallaba para desplazarse, batallaba para hablar y me impresionó mucho su actitud positiva”, respondió el párroco.

Y agregó. “Yo pensé, haré algo que me ayude en la vida, que sea algo importante que no haya hecho antes. Entonces pensé en correr por primera vez un maratón”.

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