La Asociación Civil Frente Popular Tierra y Libertad (FPTyL),  responsable de los 13 Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) que hay en Nuevo León, públicamente ha pretendido desligar la política de la tarea formativa de 5 mil niños que tiene a su cuidado y que, afirman, representan el 30% de la educación pública inicial del estado.

Personal cercano al proyecto educativo asegura que la propia directora general de los Cendis, Guadalupe Rodríguez, esposa del dirigente nacional del Partido del Trabajo (PT), Alberto Anaya, es la más interesada en que la política no contamine este modelo y para defenderse ante las recientes acusaciones de la PGR que pesan en su contra y de otros líderes, “por lavado de dinero y financiar el terrorismo”, debido a que ligar las actividades de los Cendis con las del partido político sería mal visto por instituciones y asociaciones internacionales con las que tienen convenios de colaboración o reciben apoyo.

Así se ha visto en las protestas espontáneas que los trabajadores de los Cendis han realizado por el congelamiento de sus pagos, a donde acuden con sus uniformes de trabajo, y llevan pancartas que sólo aluden a dicho problema en específico.

Sin embargo, el 2 de octubre pasado se realizó en Monterrey una gran marcha organizada por el PT a la que acudieron representaciones de todos los estados del partido donde hay estos centros educativos, y en la cual las pancartas y mantas a favor de los Cendis se mezclaron con las banderas del partido.

Por un lado, en la manifestación se exigía no atentar contra la educación de niños y jóvenes, y se pronunciaban a favor de la educación pública de calidad. Por otra parte, demandaban cesar “la embestida del gobierno federal”, que atribuyen a una venganza por la decisión del PT de apoyar la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2018.

En esa ocasión, la maestra Guadalupe Rodríguez y su esposo Alberto Anaya encabezaron la manifestación en la que participaron padres de familia y maestros tanto de los Cendis como de la universidad Emiliano Zapata de Nuevo León. En la Macroplaza, Guadalupe Rodríguez indicó que “el gobierno represivo está tratando de impedir que se dé un cambio de gobierno a través de una campaña de lodo que ensucie el movimiento que encabeza Morena a nivel nacional, que afecte la candidatura de Andrés Manuel López Obrador”.

El miércoles pasado, trabajadores de los Cendis y padres de familia volvieron a las calles de Monterrey en una protesta por el retrasó del pago a 70 trabajadores de nuevo ingreso. En este evento, Guadalupe Rodríguez de Anaya envió una carta a los trabajadores de los Cendis en la que les pidió estén tranquilos, porque está en regla toda la documentación referente a ingresos y aplicación de los recursos, y les dijo “que de estos ataques de lodo y mentiras, van a salir fortalecidos”.

“Pase lo que pase, no se dará marcha atrás en la lucha de 45 años que llevamos a cabo por la transformación de México (...) el Partido del Trabajo sostendrá su alianza electoral con Morena, para que Andrés Manuel López Obrador sea nuestro presidente en 2018”, señaló.

Madres de familia de “niños Cendi”, maestras y trabajadoras que forman parte de este modelo educativo, aseguran que nunca se les exige participar en alguna marcha o votar por candidatos del Partido del Trabajo (PT) o sus aliados, pero algunas reconocen militancia por convicción, lealtad, o compromiso con una organización que les ofrece oportunidades de empleo y estudio de calidad para sus hijos, que no existen en el sector público y no podrían pagar ni siquiera en la UANL.

Inicio ligado a NL

El Frente Popular Tierra y Libertad (FPTyL) es una organización que nació en los años 70 en esta ciudad, con el impulso de jóvenes universitarios que se guiaron por la orientación maoísta “Línea de masas”, y se incrustó en el campo fértil del movimiento urbano popular ante las grandes carencias de vivienda y servicios. Es una de las vertientes principales que el 8 de diciembre 1990 fundaron el Partido del Trabajo (PT).

El Frente en sus inicios se declaraba “enemigo declarado de la participación electoral”, pero como parte de las agrupaciones de la Organización de Izquierda Revolucionaria Línea de Masas (OIR-LM) rumbo al proceso electoral de 1988 firmó una alianza con el Partido Mexicano Socialista (PMS), para apoyar la candidatura presidencial de Heberto Castillo, y a la declinación de éste a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, tuvo algunas deserciones, pero decidió apoyar al michoacano.

Cobijado por las siglas del PMS, Alberto Anaya —todavía hoy dirigente del FPTyL y del PT—, ante el enfado de sus compañeros de bancada, fue uno de los diputados federales que, tras un agitado proceso de calificación electoral, acudió con legisladores del PRI a comunicar a Carlos Salinas de Gortari que había sido declarado presidente electo por el Congreso, y dejando a la vista una actuación política de pragmatismo, que a lo largo de tres décadas lo ha llevado a alianzas electorales con la mayoría de las fuerzas políticas del espectro de partidos desde el PRI hasta el PAN, Nueva Alianza, el PRD y eventualmente Morena en el proceso de 2018.

Esa práctica política ha permitido al PT negociar acuerdos con gobiernos federales y estatales del PRI o del PAN, a fin de obtener recursos para sus proyectos particularmente educativos y de salud.

Justamente el 2 de octubre de 1990, en coincidencia con el 22 aniversario de la matanza de Tlatelolco, y por gestiones ante Luis Donaldo Colosio, entonces titular de la Sedesol en el sexenio de Salinas de Gortari, la asociación civil del Frente Popular Tierra y Libertad fundó el primer Centro de Desarrollo Infantil (Cendi), en la zona de influencia donde surgió y se hizo fuerte el FPTyL, en la colonia Topochico. En este lugar, la organización logró respaldo organizando a los migrantes del campo y marginados de la ciudad, para obtener un pedazo de tierra donde vivir en un sector que en ese entonces concentraba los basureros de la mancha urbana.

Marcan los Cendis distancia del PT
Marcan los Cendis distancia del PT

Replican modelo

Los Cendis fueron incorporados en 1994 a la Secretaría de Educación Pública (SEP) como Proyecto Estratégico y en el 2010 pasaron a formar parte de la Secretaría de Educación de Nuevo León, mediante acuerdo publicado en el Periódico Oficial del estado, del 8 de diciembre de ese año. El modelo se ha replicado en más de 15 estados, donde operan 70 centros educativos, e incluso se sigue el modelo en países como Brasil.

En Nuevo León se atiende a 5 mil niños desde 45 días de nacidos hasta seis años de edad. En cinco de ellos se imparte educación primaria a mil 500 menores, y mil más reciben formación educativa por vías no formales.

Los Cendis han recibido 47 premios a la calidad educativa internacionales, nacionales y estatales, y son reconocidos por la OEA y el Banco Mundial como Centros de Educación de Clase Mundial.

El pasado 23 de agosto la PGR aseguró las cuentas en las que apareciera María Guadalupe Rodríguez Martínez, fundadora del proyecto y directora general de los Cendis. Ante la medida federal, el gobierno del estado se vio obligado a cubrir los sueldos devengados, a cuenta de recursos que ya están etiquetados para la operación de los Cendis, y que normalmente se entregan con retrasos de varios meses.

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